MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha suspendido brevemente este miércoles su discurso ante el nuevo Parlamento tras sentirse indispuesto en medio del acto, que ha sido retransmitido en directo por la Presidencia del país árabe a través de YouTube.
El mandatario ha tenido que interrumpir su discurso poco después de 30 minutos hablando, tras lo que se ha retirado durante cerca de un minuto. Posteriormente, ha sido recibido con aplausos al volver al podio para continuar dirigiéndose a los presentes.
La Presidencia ha señalado en un breve comunicado publicado a través de su cuenta en la red social Twitter que el mandatario se ha sentido indispuesto a causa de una bajada de tensión, sin dar más detalles al respecto.
El acto se ha celebrado en el Palacio del Pueblo a causa de las restricciones impuestas a causa de la pandemia de coronavirus, que han evitado que tuviera lugar en la sede del Parlamento, según la agencia estatal siria de noticias, SANA.
Durante el mismo, Al Assad ha rechazado las críticas a las recientes elecciones parlamentarias, que se celebraron en ausencia de la oposición, si bien ha reconocido que "parte" de las críticas "pueden ser verdad". "Lo más importante es que vemos nuestros problemas de forma realista", ha sostenido.
Asimismo, ha manifestado que la guerra "no evitará que las autoridades asuman sus responsabilidades" y ha vuelto a cargar contra la 'Ley César', un nuevo paquete de sanciones anunciado recientemente por Estados Unidos, que amplía las medidas punitivas en pie hasta entonces.
"Estados Unidos necesita terroristas en la región, Estado Islámico al frente de todos, y con la 'Ley César' busca expresar este apoyo a los terroristas", ha sostenido, antes de acusar a Israel de apoyar igualmente al grupo yihadista.
El presidente de la comisión electoral, Samer Zamriq, anunció el 21 de julio que el partido Baaz de Al Assad y sus aliados se habían impuesto en los comicios, en los que la tasa de participación fue del 33,17 por ciento, muy por debajo de la registrada hace cuatro años, cuando fue del 57,56 por ciento.
Las elecciones estaban previstas para abril, si bien posteriormente fueron aplazadas a mayo y finalmente al 19 de julio a causa de la pandemia, y fueron las terceras parlamentarias que se celebran en el país desde el estallido de la guerra en 2011, tras las de 2012 --posteriores a un referéndum constitucional-- y las de 2016.
El nuevo Parlamento previsiblemente aprobará la próxima Constitución, objeto de debate en estos momentos entre el Gobierno y la oposición, así como representantes de la sociedad civil, en un proceso mediado por Naciones Unidas que arrancó en octubre de 2019 y que aún no ha dado frutos.
Esta situación, así como su relevancia de cara a las presidenciales de 2021 por la posible limitación constitucional de los mandatos, ha provocado que en esta ocasión hayan quedado excluidos de las listas incluso los candidatos de la oposición autorizada por Damasco, que sí ha participado en otros procesos electorales.
Al Assad , que accedió al cargo en el año 2000 tras el fallecimiento de su padre, Hafez al Assad --quien gobernó durante tres décadas--, ha pasado cerca de la mitad de su mandato al frente de un país en guerra y previsiblemente aspirará a la reelección en 2021.