MOSCÚ, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Kremlin ha rechazado "enérgicamente" las acusaciones de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria, que responsabilizó el lunes a Rusia de dos ataques perpetrados en 2019 en la región de Idlib y en los que murieron en total más de 60 civiles y unos 150 resultaron heridos.
"Rechazamos enérgicamente semejantes acusaciones", ha zanjado el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, en declaraciones a los medios, según la agencia de noticias oficial Sputnik.
Peskov ha apuntado que el informe ha visto la luz solo unos días después de que los "terroristas" de Idlib lanzasen una ofensiva sobre las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad. En este sentido, ha sugerido que está "sesgado" porque no valora las acciones de los grupos rebeldes.
"Obviamente, ninguna comisión pudo obtener información fiable de lo que está sucediendo sobre el terreno", ha dicho el portavoz del Kremlin.
Los investigadores de la ONU vinculan a la aviación militar rusa con sendos ataques a un mercado en julio y a un complejo para desplazados en agosto. En ambos casos, "la Fuerza Aérea rusa no dirigió los ataques contra un objetivo militar específico", según consta en el informe, basado en un amplio abanico de pruebas.
La comisión ha analizado la evolución del conflicto sirio entre el 11 de julio de 2019 y el 10 de enero, para constatar de nuevo que la población civil se enfrenta a "niveles de sufrimiento y dolor sin precedentes". "Las violaciones de Derechos Humanos siguen multiplicándose", ha lamentado.