MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ha indicado este lunes que una "confianza renovada" y "cooperación" entre los actores internacionales involucrados en el conflicto de Siria y los sirios pueden "desbloquear el progreso" hacia la paz en el país.
Así se ha expresado en una videoconferencia con el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ha recalcado que, en la última década, se han perdido "oportunidades" para invertir el rumbo del conflicto en Siria. Además, siguiendo a estas oportunidades ha habido "una renovación de la violencia y un endurecimiento de las posiciones de los agentes regionales e internacionales". "No debemos repetir este patrón", ha aseverado.
En este contexto, Pedersen ha señalado que "la competencia internacional es más prominente que la cooperación" en el conflicto, al tiempo que ha enfatizado que ha de llevarse a cabo una "diplomacia constructiva" para apoyar una solución política. "Es difícil, pero no imposible, y debemos intentarlo", ha afirmado.
Asimismo, ha reconocido el progreso en la "cada vez mayor" cooperación entre Rusia y Turquía en el noroeste de Siria, pero ha remarcado que "la calma" ha estado marcado por "incidentes violentos y ofensivas mutuas", que involucran a un grupo extremista poco conocido, Waharid al Muminin y a las fuerzas gubernamentales.
Además, ha habido bombardeos mutuos en los alrededores de Afrin y el noreste del país, asesinatos selectivos y enfrentamientos en el suroeste, informes de ataques aéreos en Deir Ezzor y Alepo e incidentes que apuntan a un resurgimiento de los combatientes de Estado Islámico de Irak y el Levante en el desierto oriental.
"La violencia continúa y existe un riesgo constante de escalada", ha avisado Pedersen. "Debemos evitar a toda costa la reversión a los combates, abusos y violaciones que hemos visto antes", ha urgido.
Pedersen también ha aludido a las preocupaciones que existen en Siria sobre la escalada de violencia, el bienestar de los detenidos, secuestrados o desaparecidos y a la decepción derivada del proceso político en el país.
"La inestabilidad en Siria reverbera en otros lugares también, incluyendo Libia, dadas las informaciones de grandes reclutamientos en Siria, enviadas a luchar en ambos lados del conflicto", ha criticado.
En 2015, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la Resolución 2254, que contiene una hoja de ruta para un proceso de paz en Siria que incluye un calendario para conversaciones --impulsadas por Naciones Unidas-- entre el Gobierno y la oposición.
El enviado especial de Naciones Unidas ha reiterado la necesidad de un enfoque cooperativo en este sentido, "que garantice la estabilidad, proteja a los civiles y respete plenamente el Derecho Internacional humanitario", ha asegurado.
También ha recordado al Consejo de Seguridad su llamamiento a todas las partes involucradas para salvaguardar un período sostenido de calma en todo el país.
"Las partes clave deberían trabajar juntas", ha indicado, asegurando que está dispuesto a "ayudar" para conseguir que "la calma significativa en muchas áreas se mantenga, mejor y expanda en un alto el fuego nacional", como requiere la resolución.
LA PANDEMIA
En cuanto a la COVID-19, Pedersen ha informado al Consejo de Seguridad de que, si bien aún no ha golpeado a Siria, hay preocupación porque "aún podría hacerlo. El coronavirus ha añadido una nueva capa a la grave situación económica que ha dejado en Siria una década de conflicto, con importantes aumentos de precios y escasez en los productos básicos.
Por otra parte, Pedersen se ha referido al llamamiento del secretario general de la ONU, António Guterres, de levantar las sanciones que restringen a los países la posibilidad de prepararse para luchar contra el coronavirus.
Así, ha reconocido que "estados relevantes" han dado garantías de que sus sanciones no interrumpirían los suministros humanitarios o se dirigirían a insumos médicos. "Saludo sus compromisos para aplicar total y rápidamente las exenciones humanitarias", ha dicho.