MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas tiene constancia de múltiples abusos contra los Derechos Humanos, en especial la organización de ejecuciones, tras la celebración de juicios muy por debajo de los estándares internacionales en las zonas de la región siria de Idlib bajo control del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham.
El grupo es una coalición de milicias de la que forman parte antiguos combatientes del Frente al Nusra, la extinta filial siria de Al Qaeda, y que desde el pasado verano ha consolidado su control sobre la provincia de Idlib, en el noroeste del país, tras el alto el fuego pactado con otra alianza islamista. Idlib es considerado como el último gran bastión de la oposición contra las fuerzas del Gobierno sirio.
En una rueda de prensa celebrada este viernes, la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha denunciado la llegada de "informaciones perturbadoras" no solo sobre "la constante detención de civiles, entre ellos trabajadores humanitarios" sino de "ejecuciones tras detenciones y lo que podría entenderse por 'juicios' llevados a cabo por las autoridades 'de facto'", es decir, las milicias yihadistas.
En este sentido, Shamdasani ha recordado que Hayat Tahrir al Sham confirmó este miércoles la detención de una cooperante de 28 años de edad, identificada como Nur al Shallo, por cargos "morales y criminales". Su familia lleva sin saber nada de ella desde su detención en septiembre por orden de un "tribunal" vinculado a los yihadistas en la localidad de Sarmada cuando la joven intentaba arreglar la custodia de sus tres hijos.
La portavoz de la ONU teme que la vida de la joven corra peligro. "Podría acabar ejecutada", ha declarado Shamdasani, quien ha pedido a las autoridades 'de facto' que la protejan de cualquier acto dañino, garanticen su protección y arreglen su liberación inmediata.
La ONU recuerda que el caso de Al Shallo es "uno más entre los muchos documentados" por la oficina de Derechos Humanos desde el año pasado. "Hay individuos que han sido ejecutados bajo sospecha de pertenecer a un grupo opositor, ya sean milicias kurdas o el Gobierno sirio, o bien por blasfemia, adultero, robo o asesinato".
Desde la ONU se recuerda que el Derecho Humanitario Internacional "prohíbe explícitamente cualquier tipo de sentencia, entre ellas las ejecuciones, sin las debidas garantías judiciales". En virtud del Derecho Internacional, tales circunstancias podrían ser descritas como un crimen de guerra.