MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Defensa de Rusia, el general Sergei Shoigu, ha denunciado este lunes que la ofensiva de las Fuerzas Armadas turcas ha dejado desprotegidas doce prisiones en las que están recluidos milicianos extranjeros, aumentado el riesgo de fuga de terroristas a sus países de origen, ha informado la agencia de noticias rusa Sputnik.
"Las acciones del Ejército turco provocaron que quedaran desprotegidos ocho campos de refugiados y 12 prisiones para los terroristas extranjeros, ello podría provocar una ola de la llamada migración inversa de los terroristas a sus países de origen", ha afirmado el general Shoigu, en su discurso en el Foro de Seguridad que acoge la ciudad china de Xinagshan.
El responsable político de las Fuerzas Armadas rusas ha emplazado a la comunidad internacional a aunar esfuerzos para "hacer frente a los retos que representan los terroristas, su ideología y propaganda". "El Ministerio de Defensa ruso cuenta con una enorme experiencia en este ámbito, que estamos dispuestos a compartir con nuestros socios de la región de Asia Pacífico", ha afirmado.
Shoigu ha alertado de la creciente presencia de Estado Islámico en el sureste asiático tras su derrota militar en Siria y ha advertido de que el grupo terrorista tiene en el punto de mira a Indonesia, Malasia, Singapur, Filipinas y Tailandia.
"Hoy en día en la región se observa la actividad de numerosos grupos extremistas de los que unos 60 se catalogan como terroristas", ha asegurado el general Shoigu.
Por su parte, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha informado de que las fuerzas de seguridad internas de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han logrado desbaratar un intento por liberar del campamento de Al Hol a cerca de un centenar de personas que formarían parte de familias vinculadas con Estado Islámico.
Las autoridades kurdas sirias avisaron antes del inicio de la ofensiva militar turca de que la operación podría terminar provocando fugas de milicianos de Estado Islámico hasta entonces custodiados por las FDS en centros de detención del noreste de Siria.
Turquía puso en marcha el 9 de octubre la 'Operación Manantial de Paz', una ofensiva con la que sus Fuerzas Armadas pretenden expulsar a las FDS, lideradas por los combatientes kurdos sirios de las Unidades de Protección Popular (YPG), del noreste de Siria.
El 17 de octubre, los Gobiernos de Turquía y de Estados Unidos acordaron un alto el fuego en el noreste de Siria para permitir que los milicianos de las FDS se replegaran a una distancia de 30 kilómetros de la frontera de Siria con Turquía.