MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Rusia, Turquía e Irán han pedido este miércoles a Israel que "cese sus ataques" contra Siria en una declaración conjunta tras una cumbre sobre el futuro de este segundo país celebrada en la ciudad rusa de Sochi.
Los representantes de los tres países han emitido una declaración conjunta en la que las partes "expresan su convicción de que no puede haber una solución militar al conflicto sirio".
Las fuerzas israelíes han realizado decenas de bombardeos en territorio sirio con el argumento de que atacan para evitar el establecimiento en el país de bases iraníes o el envío de armas al partido-milicia chií libanés Hezbolá.
El pasado lunes, un bombardeo atribuido a las fuerzas israelíes por parte del Gobierno sirio dejó nueve muertos cerca de Damasco, la capital de Siria.
En la cumbre, también se han condenado las sanciones internacionales que pesan sobre el país en el contexto de una grave crisis humanitaria exacerbada por la pandemia para cuya solución han solicitado mayor ayuda internacional. Más del 60 por ciento de la población del país necesita asistencia alimentaria.
Las partes han instado a la Organización Mundial de la Salud a priorizar la vacunación en Siria para evitar un mayor impacto del coronavirus.
En el plano político, los tres firmantes han mostrado su compromiso con la "integridad territorial" del país y han mostrado su "preocupación" por el aumento de la presencia en los alrededores de Idlib del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham, coalición de milicias de la que forman parte antiguos combatientes del Frente al Nusra.
Asimismo, los firmantes han destacado "la necesidad de facilitar un retorno seguro y voluntario para los refugiados y desplazados internos" del país.
Rusia, Irán y Turquía han reclamado mayor apoyo de la comunidad internacional para este retorno y han mostrado su "disposición para colaborar con otras organizaciones internacionales.
Rusia e Irán son los principales valedores del Gobierno de Bashar al Assad, en particular Moscú. La intervención de Rusia en el conflicto marcó un punto de inflexión que ha permitido al Gobierno recuperar buena parte de los territorios que había perdido.
Por su parte, Turquía ha venido apoyando a algunos de los grupos rebeldes y mantiene a tropas desplegadas al norte del país para combatir a los rebeldes kurdos.
Las partes se reunirán de nuevo a mediados de año en Nur Sultán, la capital de Kazajistán anteriormente conocida como Astaná.