ESTAMBUL, 8 Oct. (DPA/EP) -
El Gobierno turco ha enviado tropas y carros blindados a las ciudades fronterizas de Sanliurfa y Kilis, en un movimiento de refuerzo que precedería al lanzamiento de la ofensiva en la zona norte de Siria para expulsar a las milicias kurdas, aliadas sobre el terreno de Estados Unidos.
Los equipos y efectivos, enviados el lunes, están destinados a reforzar los puestos militares turcos en zonas cercanas a la frontera, según ha informado la agencia de noticias Anatolia, que ha anticipado un acercamiento progresivo a territorio sirio.
El Ministerio de Defensa de Turquía ha confirmado en Twitter que "todos los preparativos para la operación se han completado" y ha insistido en que es "esencial" crear una "zona segura", una de las grandes reivindicaciones de Ankara para eliminar posibles amenazas al otro lado de la frontera.
El vicepresidente turco, Fuat Oktay, ha lanzado este martes un mensaje "claro" a la comunidad internacional al advertir de que Ankara no dará marcha atrás a sus intenciones en virtud de las "amenazas" que pueda recibir, poco después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avisase de que destruiría la economía de Turquía si se excedía en su ofensiva.
Trump ha dado luz verde a esta operación, que tiene como principal objetivo a las Unidades de Protección Popular (YPG), integradas en las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). Ankara cataloga de "terroristas" a estos milicianos, en contra del criterio que ha venido marcando Washington durante estos últimos años.