Actualizado 10/02/2016 17:18

La situación de los medios tras la paz entre las FARC y el Gobierno colombiano

Colombia's lead government negotiator de la Calle shakes hands with Norway's rep
STRINGER . / REUTERS

   BOGOTÁ, 10 Feb. (Notimérica) -

   Este lunes la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de Colombia ha publicado su informe anual 'Paz en los titulares, miedo en la redacción', en la capital del país, en el que se hace un análisis de la situación de los periodistas y los medios de comunicación durante el año anterior.

   2015 fue el año más violento para la prensa de los últimos seis años, se registraron 147 agresiones que dejaron 232 víctimas mortales en Colombia. Estas cifras suponen un incremento del 39 por ciento con respecto al 2014.

   A pocos meses para que el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmen la paz el próximo 23 de marzo, la FLIP ha dedicado un capítulo entero a responder cuestiones sobre el futuro de los medios de comunicación del país, en el caso de que se lleve a cabo dicha firma.

   El informe recoge todo tipo de preguntas, algunas están relacionadas con aspectos éticos, otras con la forma en que están organizados los medios en el país y otras sobre las responsabilidades que puedan darse por la forma en que se cubrieron algunos temas relacionados con la guerra. Todas esas cuestiones están directamente relacionadas con la libertad de expresión.

CUESTIONES

   Nueve son las preguntas que la FLIP ha abordado en este informe con el objetivo de arrojar un poco de luz a una posible situación postconflicto y al panorama de los medios de comunicación.

   La primera cuestión que se plantea es si las FARC tendrá un canal de televisión, a lo que el informe ha aclarado que no, ya que no será un canal al uso. Se tratará de un canal institucional de televisión cerrada, dirigido únicamente a partidos y movimientos políticos que tengan personalidad jurídica. Además, este canal se usará para divulgar el trabajo de organizaciones y movimientos sociales.

   La segunda cuestión se refiere a la existencia de un acuerdo con las FARC para la creación de una ley de medios, el informe ha aclarado que no. Los acuerdos entre el Gobierno y las FARC plantean la importancia de los medios de comunicación comunitarios, institucionales y regionales para el mantenimiento de la paz.

   Para ello se han planteado temas como la apertura de convocatorias para adjudicar radios comunitarias en zonas de conflicto principalmente, promover la formación de trabajadores para esos medios y financiar la producción y divulgación de contenidos que fomenten la cultura de la paz.

   LOS MEDIOS NO DEBEN PROMOVER LA PAZ

   EL informe sostiene además que, sorprendentemente, los medios no deben promover la paz. Sí es cierto que los medios pueden ayudar a su construcción, pero no están obligados a ello, ya que la democracia se alimenta de la diversidad de posturas.

   La Corte Constitucional colombiana sostiene que la libertad de expresión también protege las posturas contrarias a las creencias mayoritarias.

   En esta tesitura, si los medios dan plebiscito a la paz, han de hacerlo de forma parcial, ya que la ley establece que el presidente podrá usar los servicios de la televisión para dirigirse al país en cualquier momento. Cualquier obligación que se imponga de dar difusión a este tipo de iniciativas del Gobierno debe estar siempre sujeta al derecho que tienen los ciudadanos de informarse.

   Mediante una ley se puede imponer este tipo de obligaciones, como sucede cuando hay desastres naturales, sin embargo, hay que tener en cuenta los criterios de razonabilidad del tiempo y el espacio, usar más tiempo del razonable atentaría contra la pluralidad de voces.

   IMPOSICIÓN DE CONTENIDOS

   Este análisis sostiene que el Gobierno no puede obligar a los medios a transmitir ciertos contenidos, ya que la imposición es una forma de censura que cobija actos como la imposición arbitraria de información y la necesidad de adecuar contenidos a la voluntad estatal. Según sostiene la Corte Constitucional, este tipo de censura, es un tipo de control previo que está prohibido.

   La FLIP también plantea que los medios no deben cambiar de dueños, ya que el monopolio es ilegal en Colombia. Además, la Corte Interamericana de Derechos Humanos sostiene que los estados deben equilibrar la participación de las distintas posturas en debate público para impulsar el pluralismo informativo.

   Esto no significa que los medios deban cambiar de dueño, ya que podría causar un desequilibrio en el debate público, en este sentido, el Estado debe promover y facilitar la creación de nuevos medios de comunicación.

   El informe destaca que no se debe prohibir la publicación de contenidos que atenten contra la paz, porque cualquier restricción a la libertad de expresión, debe ser posterior a la realización de publicaciones. Además, las sanciones que se presenten deben ser siempre proporcionales y necesarias para las sociedades democráticas.

   Además, el análisis establece que los medios no deben referirse a una sola verdad. Los diferentes mecanismos que trae consigo el acuerdo de paz para llegar a la verdad sobre el conflicto, forman un conjunto de diferentes posturas, la sociedad y la prensa no están obligadas a aceptar una única versión de la verdad.

   Finalmente, el informe aclara que el Gobierno puede financiar contenidos que fomenten la paz, de la misma forma que lo hace para difundir actividades o políticas.

   Lo que el Gobierno no puede hacer es presionar a los medios a través de esa financiación para que modifiquen sus contenidos, ya que hacerlo sería una forma de censura indirecta.