Publicado 30/11/2019 09:51

Somalia.- El ciclo extremo de sequías e inundaciones deja a cientos de miles de somalíes al borde de la hambruna

MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

Casi 600.000 somalíes resultaron afectados, solo el mes pasado, por un fenómeno enquistado durante los últimos treinta años en el país africano: la súbita combinación de sequías e inundaciones, tan frecuentes e impredecibles, fruto del cambio climático.

Este año se ha caracterizado por una temporada de 'jilaal' -- la época de sequía, de enero a marzo -- extremadamente calurosa y seca. Por contral la temporada de lluvias -- o 'gu', de abril a junio -- no solo llegó más tarde de lo normal, sino que apareció con particular fuerza. Esta sucesión provocó la pérdida masiva de cultivos y acabó con el ganado de muchos pastores, amenazando a millones de personas con la habmbruna.

Solo las inundaciones provocaron el desplazamiento de 370.000 personas para escapar de los desbordamientos en los ríos Shabelle y Juba aumentaron, algo inusual en una época del año donde Somalia suele recibir poca ayuda humanitaria, distribuida como está por estacionalidad.

Dado el escaso tiempo del que dispone la población para enfrentarse a estos fenómenos, los mecanismos de respuesta se han deteriorado. Con poco tiempo para recuperarse entre los shocks, las comunidades son muy frágiles y los mecanismos de afrontamiento se han erosionado. Muchas agencias humanitarias están redirigiendo su asistencia a las comunidades afectadas por las inundaciones, pero no hay suficientes recursos para cubrir todo. Como resultado, se ha lanzado un plan de respuesta a inundaciones para recaudar 72,5 millones de dólares y desarrollar, por lo menos, un plan de tres meses.

Sin embargo, y a pesar de la ampliación de la asistencia, todavía hay grietas importantes en la planificación, en especial en lo que se refiere a la distribución de refugios de emergencia y agua, equipos básicos de cocina y lámparas solares, agua potable y suministros de saneamiento, comida para bebés, medicamentos y suministros médicos, y servicios para proteger mujeres y niños.

"Es una carrera contra el tiempo", explica el jefe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en Somalia, Justin Brady. "Si bien es necesario trabajar con las autoridades para satisfacer las necesidades inmediatas, también hay que centrarse en soluciones duraderas a largo plazo. Dado el impacto cada vez mayor que está teniendo el cambio climático en Somalia, es probable que estos desafíos se vuelvan más frecuentes y más graves".