Por Helen Popper
LA MATANZA, Argentina (Reuters/EP) - El sólido apoyo de los suburbios humildes de Buenos Aires podría salvar a Néstor Kirchner, el marido de la actual presidenta, de sufrir una grave derrota ante un empresario que se convirtió en su mayor rival para los comicios legislativos del domingo.
La presidenta Cristina Fernández podría perder la mayoría que tiene en el Congreso, pero una victoria de Kirchner -que buscará ser diputado nacional tras gobernar el país hasta el 2007- le permitiría mantener el control de Buenos Aires, provincia donde reside el 37 por ciento de los votantes.
En algunos distritos como La Matanza los pobladores se quejan de la inseguridad, la inflación y el desempleo.
Pero muchas personas consideran que su vida mejoró desde que el peronista Kirchner asumió la presidencia en el 2003 y, pese a la desaceleración económica, se niegan a confiar en un empresario millonario relativamente desconocido como Francisco de Narváez, surgido del peronismo disidente.
"Hace tres o cuatro años no había nada, pero ahora hay trabajo y estoy trabajando en blanco (formalmente) en una obra de agua potable del Gobierno", dijo Lucas Bertello, de 26 años, frente a la bulliciosa alcaldía de La Matanza.
"Eso hizo Cristina, relativamente algo mejoró acá (...) Nadie conoce bien a De Narváez", añadió.
En la plaza principal de La Matanza hay grandes carteles de campaña de Kirchner, pero es difícil encontrar avisos de los candidatos opositores en un distrito controlado por el peronismo oficialista, presidido por el mismo ex mandatario.
Encuestas dan a Kirchner una diferencia de entre 0,7 y 7,5 puntos porcentuales sobre De Narváez y hasta los seguidores más entusiastas reconocen que estos comicios no serán tan fáciles como los que en el 2007 llevaron a Fernández a la presidencia.
"Está muy peleado, pero tengo fe de que vamos a ganar si la gente toma conciencia de todas las obras que hacen", dijo Yamila Onsari, de 20 años y miembro de la Juventud Peronista -de tendencia izquierdista- de la que Kirchner y Fernández formaron parte cuando estudiaban derecho en la década de 1970.
ENCLAVE PERONISTA
Debido a su larga tradición sindical, La Matanza está fuertemente ligada al partido peronista y en sus edificios abarrotados, en sus parques y hasta en la oficina del alcalde se multiplican las estatuas del fallecido líder Juan Domingo Perón y de su esposa Evita.
Hace siete años el distrito fue duramente castigado por la mayor crisis social y económica en la historia del país y opositores denunciaron que desde entonces La Matanza recibe excesivos subsidios estatales con el objetivo de mantener a sus 1,3 millones de habitantes leales al oficialismo.
"Es conveniente para los candidatos venir acá y hacer campaña (...) No confío en los políticos", dijo Eladia, una docente de colegio secundario de 36 años.
Eladia forma parte de alrededor del 10 por ciento de votantes indecisos que los candidatos intentarán seducir en los últimos días de la campaña, que estuvo más marcada por las acusaciones que por el debate sobre temas que preocupan a la población argentina, como la delincuencia.
"La inseguridad es total y cada día está aumentando. Lo primordial es eso", expresó Ramón Carabajal, un florista de 65 años que planea votar por De Narváez.
El desempleo es otro de los puntos que más atrae la atención pública.
Si bien los índices actuales de desocupación en La Matanza son inferiores a los que se registraron durante la recesión de 1998-2002, la inflación y la desaceleración de la economía dificultan la situación de los sectores más pobres.
Según las cifras oficiales, en los últimos 12 meses, hasta mayo, la inflación fue del 5,5 por ciento y la economía siguió creciendo, aunque a un ritmo más lento.
Sin embargo, analistas privados acusan al Gobierno de distorsionar los indicadores y dicen que la tercera economía de Latinoamérica ya se encuentra en recesión y que la inflación anual rondaría entre un 15 y un 20 por ciento.
Los resultados del domingo reflejarán la desilusión de los votantes con el Gobierno o mostrarán que la oposición debe seguir royendo la estructura de poder del matrimonio Kirchner para incomodar a Fernández en las presidenciales del 2011.
"Este es el único Gobierno que le ha dado algo a La Matanza", dijo Carmen Rodríguez, una empleada estatal de 54 años. "Siempre vienen para buscar votos, pero todo el trabajo que están haciendo es gracias a Kirchner", añadió.
(Traducido por Maximilian Heath y Nicolás Misculin. Editado por Silene Ramírez)