Actualizado 10/08/2009 21:58

Sudamérica busca diálogo con EEUU por bases en Colombia

Por Alexandra Valencia y Mario Naranjo

QUITO (Reuters/EP) - Brasil pidió el lunes convocar a Estados Unidos a un diálogo sobre el polémico pacto al que llegó con Colombia para aumentar su presencia militar en ese país, en una cumbre de mandatarios sudamericanos en la que se evitó condenar abiertamente el acuerdo.

En el encuentro en Quito, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, propuso por su lado realizar una reunión extraordinaria de los líderes de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en Buenos Aires para debatir el acuerdo militar.

"En algún momento la Unasur puede convocar al Gobierno de Estados Unidos para conversar sobre los temas que nos interesan en la región", dijo Lula.

"Esto se resuelve con una conversación, con vernos la cara", añadió en un discurso ante sus pares de la región.

A pesar de la presión de Venezuela, Bolivia y Ecuador, los presidentes de la Unasur evitaron condenar abiertamente en la declaración final de la cumbre el acuerdo militar que, según Estados Unidos, sólo busca fortalecer su lucha antidrogas.

El acuerdo militar irritó a muchos países sudamericanos. Mientras que los gobiernos de izquierda de Venezuela, Ecuador y Bolivia salieron a condenarlo fuertemente; naciones moderadas, como el gigante Brasil, mostraron su disgusto más diplomáticamente.

"Ahora con estos refuerzos yankis se van a sentir más guapos y apoyados los guerreristas (en Colombia); y esto puede generar en una guerra incluso en Sudamérica", dijo el presidente venezolano, Hugo Chávez.

Correa propuso a Buenos Aires como sede de la cumbre de la Unasur luego de que el presidente colombiano, Alvaro Uribe, se negara a participar de la reunión en Quito porque considera a Ecuador como un territorio hostil.

Los dos países no tienen relaciones diplomáticas desde el año pasado, luego de que militares colombianos bombardearon una base militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en territorio ecuatoriano.

El pedido de Lula de convocar a Estados Unidos fue respaldado de manera inmediata por el mandatario boliviano, Evo Morales, y su par argentina, Cristina Fernández, que además se comprometió a organizar el encuentro en Buenos Aires.

ALTA TENSION

El conflicto desatado por el acuerdo entre Bogotá y Washington es el último capítulo de una crisis política regional que ha golpeado a América Latina en los últimos años, protagonizada por los aliados y los detractores de Estados Unidos en la región.

El líder peruano Alan García, un estrecho aliado de Washington, también optó por ausentarse de la cumbre en Quito.

La semana pasada, Uribe cumplió una gira por la región para explicar los alcances de un pacto militar con Estados Unidos y logró que Chile, Perú y Paraguay defiendan su derecho soberano a firmar acuerdos.

Brasil también defendió la soberanía, pero pidió a Bogotá más de transparencia en el tema y que el acuerdo sea discutido por la región.

En el encuentro de los mandatarios, Correa, que asumió este lunes un nuevo período de gobierno, recibió de su homóloga chilena, Michelle Bachelet, la presidencia pro témpore de la Unasur, que se creó en mayo del 2008 como un órgano político que intenta aglutinar a la región.

Colombia dijo la semana pasada que el organismo podría morir en manos de la presidencia de Ecuador.

La Unasur está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.