Publicado 16/11/2020 13:50

Sudán.- Regresan a Sudán los líderes de los grupos rebeldes firmantes del histórico acuerdo de paz del 3 de octubre

El primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok
El primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok - MOHAMED KHIDIR / XINHUA NEWS / CONTACTOPHOTO

MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los líderes de los grupos armados sudaneses que firmaron el 3 de octubre el histórico acuerdo de paz con el Gobierno regresaron el domingo a la capital del país, Jartum, donde fueron recibidos por el primer ministro, Abdalá Hamdok, en el marco de los esfuerzos de su Ejecutivo para lograr una paz total en Sudán.

"En el plano personal, no encuentro palabras para expresar mis sentimientos y mi alegría durante la reunión", señaló Hamdok tras la reunión, antes de destacar que "el primer paso para poner fin al sufrimiento de los desplazados internos ha sido dado", según ha informado la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.

Así, ha recalcado que las autoridades son conscientes de la necesidad de una paz que aborde las causas subyacentes del conflicto y ha recordado que el país hace frente a diversas crisis, entre ellas en el plano económico y el plano sanitario a causa de la pandemia de coronavirus.

Los líderes rebeldes, entre ellos Idris al Hadi, Malik Agar, Yibril Ibrahim, Osama Said, Minni Minaui y Eltom Hayo, llegaron a la capital sudanesa en dos aviones, en medio de una celebración popular en la plaza de la Libertad de Jartum.

Sin embargo, en medio de las celebraciones se produjo un incidente cuando un grupo de jóvenes de Darfur intentó cortar el discurso de Ibrahim al Sheij, que hablaba en nombre del Consejo Central de las Fuerzas para la Libertad y el Cambio (FFC), que lideró las movilizaciones contra Omar Hasán al Bashir y que ahora es parte de la coalición gubernamental.

Estas tensiones son el reflejo de las diferencias existentes en el seno de las FCC y entre algunos grupos armados. El Partido Comunista de Sudán se retiró recientemente de la FFC criticando el mecanismo de reparto de poder contemplado en el acuerdo de paz firmado en la capital de Sudán del Sur, Yuba.

A las críticas se ha sumado el Partido Nacional de la Umma, liderado por el ex primer ministro Sadiq al Mahdi, quien ha reclamado además 65 escaños en el Consejo Legislativo de Transición. El partido ha suspendido sus actividades en las FCC por sus diferencias en torno a un paquete de reformas.

El partido ha solicitado así contar con 65 de los 165 escaños reservados a la coalición, tras su aislamiento progresivo en el seno de la misma por sus exigencias sobre una legitimidad histórica por su papel en la oposición a Al Bashir y su papel preponderante antes del golpe de Estado de 1989 que derrocó a Al Mahdi.

Sin embargo, el presidente del Frente Revolucionario de Sudán (RSF) --la coalición de grupos rebeldes que operan en el país africano y que firmó el acuerdo--, Hadi Idris, ha defendido el pacto, tal y como ha recogido el portal de noticias Sudan Tribune.

En este sentido, ha argumentado que el acuerdo "establece un nuevo Estado y un nuevo contrato social" y ha pedido "imponer la autoridad del Estado y evitar problemas de seguridad como los registrados durante los últimos días", así como "que todos los grupos armados dejen de usar armas".

Idris se ha referido así a un ataque por parte de seguidores del Movimiento de Liberación de Sudán-Abdeluahid al Nur (SLM-AW) contra seguidores del Consejo de Transición del SLM que encabeza él mismo, en otra muestra de las tensiones internas.

Por su parte, Minnaui ha recordado al Gobierno de transición la necesidad de que los sospechosos de crímenes de guerra --entre los que figura Al Bashir-- sean llevados ante la justicia, al tiempo que ha reclamado un mayor desarrollo de las zonas afectadas por el conflicto y el pago de compensaciones a las víctimas de la guerra.

LLAMAMIENTO A OTROS GRUPOS

Durante la jornada, el vicepresidente del Consejo Soberano de Transición, Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti', resaltó que "el acuerdo de paz no está opuesto a nadie, sino que es un intento por restaurar el Estado sudanés sobre unas bases justas".

"La paz ha sido lograda por una voluntad firme y unas intenciones sinceras. El sonido de las balas será silenciado para siempre. Hoy pasamos una página negra de la historia de Sudán y ponemos fin para siempre al maligno círculo de la violencia", dijo.

En esta línea, pidió a dos importantes facciones --la del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán que encabeza Abdulaziz al Hilu (SPLM-N Al Hilu) y la del SLM-AW-- que se unan al acuerdo, tras negarse a participar en las conversaciones.

'Hemedti' trasladó a estos grupos que "se unan a la paz" y arguyó que "no hay justificación objetiva a glorificar la guerra y reducir las opciones de paz", según ha informado la emisora sudanesa Radio Dabanga. El 'número dos' del SLM-AW, Abdalá Harrán, viajó la semana pasada a Sudán del Sur para abordar la posible participación de la formación en un proceso de paz con el Gobierno de Sudán.

El portavoz del grupo, Mohamed el Nayer, explicó que "esta visita no tiene nada que ver con negociaciones con el Gobierno de Jartum o con la plataforma de conversaciones de paz de Yuba, sobre la que el movimiento dio una opinión clara desde el principio".

El grupo ha resaltado en numerosas ocasiones que sólo entrará en un proceso de paz una vez se haya restaurado la paz y la estabilidad en la región de Darfur. Los esfuerzos de Hamdok de abrir un proceso de conversaciones directas han fracasado hasta la fecha.

DECRETO DE AMNISTÍA

La llegada de los líderes rebeldes a Jartum tuvo lugar apenas dos días después de que el presidente del Consejo Soberano de Transición de Sudán, Abdelfatá al Burhan, anunciara una amnistía, medida incluida en el histórico acuerdo de paz.

El decreto firmado por Al Burhan contempla que la medida beneficia "a todos los que portaron armas o participaron en cualquiera de las operaciones militares o de guerra o contribuyeron a cualquier acto o afirmación relacionada con las operaciones de combate".

Sin embargo, el decreto 249/2020 excluye a aquellos cuya orden de arresto ha sido emitida por el Tribunal Penal Internacional (TPI) o que están imputados o demandados por su presunta responsabilidad en crímenes contra la Humanidad, crímenes de guerra o genocidio.

De esta forma, quedan excluidos de la amnistía los responsables de crímenes en la región de Darfur de 2003, entre cuyos principales imputados figura Al Bashir. El acuerdo de paz contempla la creación de un tribunal especial para investigar las violaciones de los Derechos Humanos en esta región durante los últimos 17 años.

El Gobierno sudanés ha hecho de la paz con los rebeldes que luchan contra Jartum una de sus principales prioridades, ya que supone una de las condiciones clave para que Estados Unidos saque al país de la lista de patrocinadores del terrorismo, algo ya anunciado por el presidente estadounidense, Donald Trump.