MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Sudán ha anunciado el inicio del reemplazo de tropas de la Operación Híbrida de la Unión Africana y la ONU en Darfur (UNAMID) con militares sudaneses, en el marco de la aplicación de un plan nacional de cara a la retirada de la misión del país a finales de año.
"El plan nacional ha sido preparado de forma exhaustiva para cubrir todos los aspectos de seguridad", ha indicado el Ministerio de Exteriores sudanés, cuyo vicesecretario, Mohamed Sharif Abdalá, ha recalcado que Jartum está capacitado para llenar el vacío creado por la retirada de la UNAMID.
El comunicado ha sido publicado tras una reunión del mecanismo sobre la UNAMID, en la que han participado el vicesecretario general de la ONU para Operaciones de Paz, Jean-Pierre Lacroix, y el comisario para Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA), Smail Chergui, según ha informado el portal de noticias Sudan Tribune.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó en junio por unanimidad crear una misión para apoyar el proceso de transición política en Sudán que sustituirá a la UNAMID, cuyo mandato fue prorrogado hasta final de año de cara a su finalización.
La nueva misión, llamada Misión Integrada de la ONU para la Asistencia en Sudán (UNITAMS), tendrá un mandato inicial de doce meses para apoyar los esfuerzos del Gobierno de transición hacia una gobernanza democrática, así como respaldar la protección de los Derechos Humanos y la paz en el país.
En este proceso de transición, la misión dará "asistencia técnica" en el proceso de redacción de la nueva Constitución, así como en los preparativos para las elecciones y las reformas legales, lo que fue aplaudido por el Gobierno sudanés, que habló de "una gran victoria" para el país africano.
La UNITAMS apoyará además los procesos de paz y la aplicación de los acuerdos de paz con los distintos grupos armados que operan en su territorio, un asunto que ha sido convertido en una de las prioridades del Ejecutivo que lidera Abdalá Hamdok.
Las autoridades de transición surgieron el año pasado tras un acuerdo entre la junta militar establecida tras el golpe de Estado de abril de 2019 contra el entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, y la oposición al exmandatario con el objetivo de preparar el terreno para unas elecciones de 2022.
El Ejército sudanés derrocó a Al Bashir en abril de 2019 después de 16 semanas de protestas que pusieron fin a tres décadas de régimen. El expresidente fue condenado en diciembre a dos años de reclusión en un centro de rehabilitación por corrupción.
Todavía quedan causas pendientes en Sudán contra Al Bashir, imputado en mayo por incitar a la muerte de manifestantes durante las protestas que acabaron desembocando en su salida del poder, por no mencionar las órdenes de detención del Tribunal Penal Internacional (TPI) por cargos de crímenes de guerra, crímenes contra la Humanidad y genocidio en la región sudanesa de Darfur.