MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Más de 800 civiles murieron entre abril y junio en Sudán del Sur como resultado de la persistente violencia que enfrenta el país, en el que el acuerdo de paz suscrito en septiembre de 2018 no termina de devolver la tranquilidad y donde en los últimos meses se han producido importantes estallidos de violencia intercomunitaria.
Según un informe publicado por la Misión de la ONU en el país (UNMISS), en el segundo trimestre del año hubo más de 417 incidentes violentos en los que se vieron implicados al menos 1.620 civiles. Este dato supone un 8 por ciento menos de víctimas pero un 52 por ciento más de actos de violencia que en el trimestre anterior.
En concreto, 887 civiles fueron asesinados, 531 resultaron heridos, 176 fueron secuestrados y 26 fueron víctimas de violencia sexual. En comparación, entre enero y marzo hubo 275 incidentes y al menos 1.767 víctimas civiles --658 asesinados, 452 heridos, 592 secuestrados y 65 víctimas de violencia sexual--.
Pese al descenso en el cómputo total de víctimas, los asesinados se incrementaron en un 35 por ciento, ha destacado la UNMISS, que destaca que las restricciones impuestas en relación con la pandemia de coronavirus han reducido su capacidad de documentar este tipo de sucesos, por lo que la cifra de víctimas podría ser superior.
El informe elaborado por la oficina de Derechos Humanos de la UNMISS resalta que el 86 por ciento de los incidentes de violencia contabilizados fueron de carácter intercomunitario, mientras que los atribuidos a las fuerzas gubernamentales y los grupos armados organizados representan el 11 por ciento --frente al 23 por ciento del primer trimestre--.
En el apartado geográfico, más del 59 por ciento de las víctimas --961 de ellas-- se produjeron en los estados de Jonglei, Lagos y Warrap, mientras que a nivel demográfico, el 84 por ciento de los civiles víctimas de la violencia fueron hombres, mientras que el 8 por ciento fueron mujeres y el 8 por ciento niños.