Actualizado 25/07/2009 19:14

Suicidas atacan recintos de Gobierno en este afgano

Por Elyas Wahdat

KHOST, Afganistán (Reuters/EP) - Al menos siete atacantes suicidas impactaron el sábado edificios del Gobierno en la ciudad de Khost, en el volátil este de Afganistán, provocando intensos combates en el lugar aunque parecía que la cifra de muertos era relativamente baja, dijeron funcionarios.

El Ejército de Estados Unidos recibió reportes de ataques suicidas en Khost, pero las fuerzas de seguridad afganas afirmaron que los ataques estaban bajo control.

Las fuerzas afganas y estadounidenses están luchando contra una creciente insurgencia liderada por los talibanes en el este del país.

El portavoz del Ministerio del Interior, Zahir Azimi, sostuvo que un vehículo atestado con explosivos fue detonado en la ciudad de Khost, seguido por tres estallidos de atacantes suicidas. Indicó que los detalles aún no estaban claros pero que los enfrentamientos esporádicos continuaban.

El jefe de la policía provincial de Khost, Abdul Qayum Baqizoy, sostuvo que atacantes suicidas habían asaltado dos edificios gubernamentales, dejando heridos a tres civiles y un policía.

Salahuddin Ayubi, un portavoz de Al Qaeda y de la red Haqqani vinculada a los talibanes, dijo que un atacante suicida había asaltado el edificio del Gobierno en la ciudad, haciendo estallar las puertas para permitir el ingreso de más hombres armados.

Señaló que había causado "numerosas víctimas".

Un reportero de Reuters en la ciudad escuchó al menos dos explosiones, pero no hubo confirmación inmediata sobre heridos o muertos.

La red Haqqani ha perpetrado ataques similares a blancos del Gobierno afgano y el Ejército estadounidense en el pasado.

Cuatro atacantes suicidas con bombas asaltaron Khost en mayo, causando la muerte de al menos a seis personas.

Este año, la violencia en Afganistán ha alcanzado sus peores niveles desde que los talibanes fueron derrocados por las fuerzas afganas y estadounidenses en el 2001.

Los ataques en todo el país se intensificaron desde que miles de marines estadounidenses y soldados británicos lanzaron a inicios de este mes una nueva ofensiva en la provincia sureña de Helmand, un bastión de larga data de los militantes islámicos.