Actualizado 22/07/2009 02:45

Suicidas, hombres armados atacan ciudades Afganistán

Por Sayed Salahuddin

KABUL (Reuters/EP) - Al menos nueve personas murieron el martes cuando combatientes talibanes lanzaron una serie de ataques en el este de Afganistán, incluyendo oleadas de suicidas con bomba, dijeron funcionarios, en un claro incremento de la violencia.

En los más recientes hechos de violencia, suicidas atacaron o intentaron atacar oficinas gubernamentales y de seguridad y un puesto militar en dos ciudades claves del este del país: Gardez y Jalalabad.

En Gardez, capital de la provincia oriental de Paktia, se intensificaban los combates a tiros en medio de confusos reportes.

Allí, el Ejército estadounidense reportó al menos tres ataques suicidas, mientras que los talibanes dijeron que 15 atacantes suicidas estuvieron involucrados en los ataques contra edificios gubernamentales.

Por otro lado, dos sujetos intentaron realizar ataques suicidas cerca del aeropuerto de Jalalabad, un ex bastión talibán y capital de la provincia vecina de Nangarhar, que limita con Pakistán.

Los talibanes, que encabezan una creciente insurgencia contra el Gobierno apoyado por Occidente y buscan expulsar a las fuerzas extranjeras de Afganistán, se adjudicaron la autoría de ambos ataques.

La violencia se ha extendido a través de Afganistán desde que miles de marines estadounidenses y soldados británicos lanzaron importantes ofensivas en el bastión talibán ubicado en la provincia sureña de Helmand durante este mes, centro talibán y principal productor de amapolas, materia prima del opio, que financia la insurgencia.

EVOLUCION NO ES IDEAL

Las ofensivas son las primeras operaciones bajo la nueva estrategia regional del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para derrotar a los talibanes y sus aliados islamistas y estabilizar Afganistán, que Washington calificó como una prioridad militar.

El jefe de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), Javier Solana, dijo que los Estados miembros del bloque apoyan la operación, pero agregó que la seguridad en Afganistán está "evolucionando de una forma no ideal".

"Estoy seguro que cuando la operación finalice tendremos una posibilidad para decir que la situación en general, no sólo en el sector sur, será mejor", comentó Solana a reporteros reunidos en Kabul.

Miles de soldados estadounidenses adicionales están siendo desplegados en Afganistán -el número llegará a 68.000 a fin de año- en parte para ayudar a asegurar las votaciones presidenciales que se realizarán el 20 de agosto, por segunda vez en la breve historia democrática de Afganistán.

Los talibanes han realizado ataques a través de Afganistán desde que se comenzaron las operaciones en Helmand el 2 de julio, con cifras de muertos civiles y de tropas estadounidenses y extranjeras alcanzando niveles récord en la guerra que ya lleva ocho años.

El alarmante número de víctimas fatales ha generado que Washington y Londres busquen estrategias para la guerra y debatan sobre el tiempo que las tropas extranjeras deberían permanecer, a la vez que han aumentado las preocupaciones sobre la preparación de las fuerzas afganas para asumir el control de la seguridad.

"ESTILO COMANDO"

En Paktia, el portavoz talibán Zabihullah Mujahid dijo a Reuters por teléfono desde una localidad secreta que los insurgentes se adjudicaron la responsabilidad de ambos ataques y que 15 atacantes suicidas habían participado del asalto en Gardez.

La capitana Elizabeth Mathias, una portavoz militar estadounidense, dijo que se habían reportado ataques suicidas contra el edificio del gobernador en Gardez, los cuarteles de policía y las oficinas de la Dirección Nacional de Seguridad.

En cierto punto, las fuerzas afganas se vieron envueltas en una lucha armada de 20 minutos contra insurgentes que intentaban entrar a oficinas de Gobierno, relató el portavoz de Paktia, Rohullah Samoon.

Un reportero de Reuters en Gardez dijo que los enfrentamientos se habían suspendido durante las últimas horas del día. Las tiendas y oficinas de Gobierno fueron cerradas y decenas de afganos y soldados estadounidenses patrullaron las calles.

El ataque contra el complejo fue similar a otros recientes asaltos talibanes en Nuristán, la provincia de Paktika e incluso la capital, Kabul, y en otros lugares.

Dos funcionarios provinciales en Gardez dijeron que al menos cinco miembros de las fuerzas de seguridad afganas y tres combatientes talibanes han perdido la vida en los combates a tiros registradas en la ciudad.

Al menos dos de los atacantes suicidas vestían con las tradicionales burkas que usan muchas mujeres afganas y cubren de la cabeza a los pies, dijo una fuente local que trabaja para una agencia de ayuda extranjera.

El Ministerio de Defensa afgano dijo que los ataques de Gardez tuvieron un "estilo comando". Pese a que señaló que la situación estaba bajo control, no especificó que los ataques hubieran terminado o que los atacantes suicidas hubieran sido identificados.