MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Policía Antidisturbios de Tailandia ha detenido este martes a una veintena de activistas que se encontraban protestando junto al Monumento a la Democracia, en Bangkok, la capital del país, a un día de la marcha antigubernamental prevista para este miércoles.
El grupo, formado por una treintena de activistas, se había aglomerado en la Avenida Ratchadamnoen, donde habían dispuesto una serie de tiendas de campaña de cara a las manifestaciones de mañana. Su idea era, según los agentes, ocupar la calle para facilitar la marcha.
Los activistas han dado varios discursos en la zona mientras opositores y grupos de seguidores se enfrentaban a la Policía, que les ha instado a abandonar la zona, según informaciones del diario 'The Bangkok Post'.
La avenida en cuestión será transitada este miércoles por el rey, Maha Vajiralongkon, que la atravesará para llegar al Templo del Buda de Esmeralda, donde tendrá lugar una ceremonia de graduación de un grupo de estudiantes.
La marcha antigubernamental, sin embargo, coincide con el aniversario del levantamiento registrado en 1973 contra al dictadura militar. El portavoz de la Policía, Krissana Pattanacharoen, ha advertido, por su parte, de que los activistas han violado la ley de asociación al no solicitar previamente permiso para reunirse y protestar en la zona afectada.
A lo largo de los últimos meses se han registrado en Tailandia las protestas antigubernamentales más importantes desde el golpe de Estado militar de 2014. Los manifestantes han demandado la introducción de una nueva Constitución para impedir así que aquellos que llegan al poder mediante golpes de Estado permanezcan durante largos periodos de tiempo al frente del Ejecutivo.
El país ha sido escenario de protestas y contramanifestaciones a favor y contra el Gobierno y la monarquía --un tema tabú en Tailandia-- a pesar de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
El actual primer ministro, Prayuth Chan Ocha, llegó al poder mediante un golpe de Estado en 2014 y lideró la junta militar durante cinco años, refrendando posteriormente su cargo en las elecciones parlamentarias de 2019.
Sin embargo, la actual Constitución fue introducida precisamente por la junta militar, así como la ley electoral, lo que ha favorecido la vuelta al poder del general retirado.