Actualizado 08/07/2009 18:40

Talibanes matan a ocho policías en provincia de Afganistán

Por Rafiq Sherzad

JALALABAD, Afganistán (Reuters/EP) - Un distrito en el inestable este de Afganistán estaba en peligro de caer en manos de talibanes luego de que enfrentamientos armados con insurgentes causaran la muerte a al menos ocho policías, dijo el miércoles un funcionario de alto rango.

Los enfrentamientos estallaron a avanzadas horas del martes en la provincia oriental afgana de Nuristán, que limita con Pakistán, donde las autoridades también están combatiendo una creciente insurgencia talibana.

La violencia se ha expandido a lo largo de Afganistán luego de que marines estadounidenses lanzaron una nueva gran ofensiva en el bastión talibán sureño de Helmand la semana pasada.

Los policías murieron cuando insurgentes atacaron edificios de Gobierno en el distrito Barg Matal de Nuristán tarde el martes.

Otras ocho personas fueron secuestradas durante enfrentamientos armados que duraron varias horas, dijo el gobernador de Nuristán, Jamaluddin Badr.

"La oficina central del distrito está en manos del Gobierno, pero si no llegan refuerzos caerá en manos de los talibanes", dijo Badr a un periodista de Reuters en el este de Afganistán por teléfono.

Funcionarios dijeron que 21 combatientes talibanes murieron durante el enfrentamiento.

Los talibanes dijeron en una página en internet que habían rodeado el edificio. Indicaron que sólo cuatro de sus combatientes murieron.

El Ministerio de Defensa en Kabul dijo que unos 130 soldados y policías adicionales serían enviados a Barg Matal para ayudar a repeler el ataque talibán.

Los marines estadounidenses lanzaron la ofensiva de Helmand, Operación Ataque de la espada, con la violencia en sus peores niveles desde que los talibanes fueron derrocados en el 2001 por negarse a entregar a líderes de Al Qaeda responsables de los ataques del 11 de septiembre a Estados Unidos.

Helmand es la fuente de la mayor parte de la producción de opio de Afganistán, la mayor del mundo, que financia a la insurgencia.

Los marines son el contingente más grande de los 17.000 nuevos soldados de combate que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha ordenado enviar a Afganistán para fin de año como parte de su nueva estrategia regional para derrotar a los talibanes y estabilizar a Afganistán.