Publicado 21/11/2019 13:51

Terrorismo.- Las víctimas de terrorismo se reducen a la mitad en los últimos cuatro años

Según el Índice Mundial, las acciones terroristas de extrema derecha han aumentado un 320 por ciento en cinco años

MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El número de personas muertas en actos de terrorismo en el mundo siguió su curso a la baja en 2018 por cuarto año consecutivo y se ha reducido a la mitad desde 2014, según el Índice Mundial de Terrorismo 2019, si bien hubo un total de 71 países afectados por acciones de este tipo, la segunda cifra más alta desde 2002.

Según este estudio realizado por el Institute for Economics and Peace (IEP), en 2018 hubo 15.952 muertos, lo cual supone un 52 por ciento menos que las 33.555 registradas en 2014. Además, la cifra supone un 15,2 por ciento menos de fallecidos que en 2017.

Sin embargo, aunque la intensidad del terrorismo a nivel mundial parece haber disminuido, resalta el informe, el año pasado hubo al menos 103 países que registraron un acto terrorista y 71 en los que hubo al menos una víctima mortal, lo que hace de 2018 el segundo peor año hasta la fecha.

El conflicto sigue siendo el principal motor del terrorismo, ya que el 95 por ciento de las víctimas mortales ocurrieron en países que están inmersos en guerras. Si a esto se suman los países con altos niveles de "terrorismo político2, la cifra se eleva hasta el 99 por ciento. Por terrorismo político, explica el informe, se entienden ejecuciones extrajudiciales, tortura y encarcelamiento sin juicio.

El IEP atribuye la disminución en la mortalidad a los éxitos en la lucha contra grupos terroristas como Estado Islámico y Boko Haram. De hecho Irak, uno de los países donde ha estado más activo en los últimos años Estado Islámico, es el país donde disminuyeron más los muertos en 2018 --un 75 por ciento--, hasta situarse en 3.217.

AFGANISTÁN, EL PAÍS MÁS GOLPEADO

Como resultado de ello, Afganistán ha pasado a ser el país con más víctimas mortales por acciones terroristas. En concreto, el país asiático experimentó un aumento del 59 por ciento, con un total de 7.379 fallecidos, algo que el IEP vincula con la "intensidad de la guerra civil". En la última década, las muertes por terrorismo en Afganistán han aumentado un 631 por ciento.

Los talibán han pasado a convertirse en el grupo terrorista más mortífero, superando a Estado Islámico. Así, las muertes atribuidas a este grupo afgano aumentaron un 71 por ciento hasta las 6.103.

Por contra, las muertes atribuidas a Estado Islámico cayeron a nivel mundial un 70 por ciento en 2018, hasta situarse en 1.328, frente a los 4.350 muertos dejados en 2017. Esta es la primera vez, resalta el informe, que el grupo terrorista que hasta hace poco comandaba Abú Bakr al Baghdadi no es el más mortífero desde 2014, cuando tomó buena parte del territorio de Irak y Siria y autoproclamó su califato.

Otra de las consecuencias de que Afganistán sea el país más mortífero es que el sur de Asia se haya convertido en la región más afectada por el terrorismo por primera vez desde 2012.

Además, el África Subsahariana se ha convertido en la segunda región más mortífera, por delante de Oriente Próximo y el Norte de África. Junto al país asiático, en 2018 también aumentaron las víctimas de terrorismo en Nigeria, Malí y Mozambique, donde hubo más de 100 muertes adicionales.

En cuanto a los países más afectados por la acción de los grupos terroristas, Irak ha dejado de encabezar la lista por primera vez desde 2003, cuando se produjo la invasión encabezada por Estados Unidos para derrocar a Sadam Husein. El país ocupa ahora la segunda plaza, por detrás de Afganistán, seguido por Nigeria, Siria y Pakistán.

En Europa, el número de muertos por terrorismo ha disminuido por segundo año consecutivo y solo se contabilizaron 62 víctimas mortales. En 2018 hubo solo dos atentados con más de cinco muertos, mientras que en 2015 --el peor año de actividad terrorista en el continente en la última década-- fueron once. Frente a los nueve países de Europa Occidental en los que hubo muertos en 2017, el año pasado solo fueron cinco, lo que ilustra la mejora.

AUMENTO DEL TERRORISMO DE EXTREMA DERECHA

Según el Índice Mundial de Terrorismo, "una de las tendencias más preocupantes es el aumento del terrorismo político de extrema derecha en los últimos cinco años", que ha aumentado un 320 por ciento. La tendencia, añade el documento, ha continuado en 2019 y se contabilizan hasta septiembre 77 muertos por actos de este tipo.

En Europa, los arrestos relacionados con el terrorismo de extrema-derecha aumentaron en 2019 por tercer año consecutivo. Sin embargo, incide el informe, "el nivel de terrorismo político en Occidente era muy superior en el pasado". Como prueba de ello, indica que en la última década ha habido 322 ataques terroristas de extrema-derecha o de extrema-izquierda en comparación con los 1.677 ataques de este tipo que hubo entre los años 1970 y 1980.

Además, añade el IEP, los actos de terrorismo de extrema-derecha es más probable que sean obra de individuos que no están vinculados con ningún grupo, como lo demuestra el hecho de que el 60 por ciento de este tipo de actos entre 1970 y 2018 tuviera un autor de este perfil, frente al 10 por ciento en los casos de acciones de extrema-izquierda o separatistas.

Por otra parte, el informe también constata una tendencia creciente a la participación de mujeres en acciones terroristas, si bien aún es marginal. Así, entre 1985 y 2018 hubo al menos 300 atentados suicidas en los que participó al menos una mujer y en los que murieron al menos 3.000 personas

En los últimos años, la tendencia se ha intensificado, aumentando un 450 por ciento entre 2013 y 2018, mientras que los atentados suicidas obra de hombres cayeron un 47 por ciento en este mismo periodo. Buena parte del aumento puede atribuirse a Boko Haram, ya que casi el 80 por ciento de los atentados suicida obra de mujeres en los últimos cinco años fueron reivindicados por este grupo, que secuestra a mujeres y niñas y las obliga luego a inmolarse en muchos de los casos.

Por último, en lo que se refiere al impacto económico del terrorismo, en 2018 fue de 33.000 millones de dólares, un 38 por ciento menos que en 2017. En comparación con otras formas de violencia como los homicidios, el conflicto armado y el gasto militar, supone un porcentaje pequeño del coste mundial de la violencia, resalta el IEP, si bien reconoce que las cifras son conservadoras y no tienen en cuenta el impacto indirecto en negocios, inversión y los costes asociados a las agencias de seguridad que combaten el terrorismo.