BRASILIA, 20 Abr. (Notimérica) -
El Tribunal Supremo Federal (STF) de Brasil decide este miércoles si el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva puede asumir el cargo de jefe de la Casa Civil del Gobierno de Dilma Rousseff.
Los ministros escucharán las apelaciones presentadas por la defensa del exmandatario y del Procurados General de la Unión, tomando así la decisión de si Lula puede o no ocupar el cargo como ministro de la Presidencia.
Según ha recogido 'Agencia Brasil', los abogados de Lula argumentan que no existe ningún impedimento legal para que el expresidente sea nombrado como ministro de la Casa Civil.
El nombramiento fue suspendido el pasado 18 de marzo después de que el ministro del STF, Dilmar Mendes, decidiera que la toma de posesión era una maniobra para impedir la investigación en la justicia por su presunta vinculación en el caso Petrobras.
La defensa de Lula sostiene que el juez Sergio Moro --a cargo de la investigación del caso Petrobras-- trata de intervenir en la organización política del país. Asimismo, la defensa argumenta que no hay ningún impedimento para que Lula asuma dicho cargo, debido a que el expresidente no está acusado por un caso penal ni tampoco ha sido condenado por los tribunales.
Lula fue investido a mediados de marzo como jefe de la Casa Civil, un día después de que Rousseff confirmara que se incorporaría al Gobierno con "los poderes que sean necesarios" para llevar adelante su trabajo, centrado en superar la crisis política y económica.
El expresidente fue detenido brevemente el pasado 4 de marzo para ser interrogado sobre la propiedad de un tríplex ubicado en el Edificio Solaris, un condominio de lujo de Sao Paulo construido por el grupo de ingeniería OAS, involucrado en el escándalo de corrupción de Petrobras.
Los investigadores creen que Lula es el verdadero dueño del apartamento y que lo habría recibido como pago por ejercer su influencia en la adjudicación de los contratos públicos de Petrobras, de acuerdo con la prensa local.
Rousseff ha criticado en varias ocasiones las medidas coercitivas aplicadas sobre su antecesor en el cargo, llegando a apuntar que sería un "orgullo" tener a Lula como ministro del actual Gobierno.
Las investigaciones contra Lula han aumentado la presión sobre el Rousseff, también cuestionada por 'Lava Jato' y objeto de un proceso de juicio político por maquillar las cuentas públicas de 2014.