MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas de seguridad de Turquía han arrestado este lunes a 68 personas en el marco de varias operaciones en diferentes provincias del país contra supuestos miembros de la organización liderada por el clérigo islamista turco afincado en Estados Unidos Fethulá Gulen, a la que las autoridades turcas acusan de haber impulsado el fallido golpe de estado de julio de 2016, ha informado la agencia de noticias Anatolia.
Los fiscales han emitido órdenes de arresto contra 33 sospechosos, incluidos varios agentes en activo de la Policía, y las fuerzas de seguridad han puesto en marcha operaciones simultáneas en 16 provincias del país.
Por otra parte, los fiscales han emitido órdenes de arresto contra 42 sospechosos de haber utilizado la aplicación de mensajería móvil encriptada ByLock, empleada por los miembros de la organización de Gulen, y por estar en contacto con supuestos miembros de esa organización con teléfonos de prepago.
Posteriormente, las fuerzas de seguridad turcas han informado de que han arrestado a 33 sospechosos en Gaziantep y a otros 35 en Bursa. Además, los fiscales han emitido órdenes de arresto para sospechosos de pertenecer a la organización de Gulen y al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la provincia de Sirnak.
Las autoridades turcas atribuyen al clérigo Gulen el papel de cerebro e impulsor del fallido golpe de Estado que acabó con la vida de 251 personas el 15 de julio de 2016. Desde la asonada, han puesto en marcha una campaña contra los supuestos miembros de la red que lidera el islamista turco, un antiguo aliado del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.
El Gobierno mantiene que la organización de Gulen mantiene desde hace tiempo una campaña para derrocar a Erdogan y a su Gobierno con la infiltración de sus miembros en todas las instituciones turcas, especialmente el poder judicial, las fuerzas de seguridad y las Fuerzas Armadas.
El PKK, catalogado por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea como organización terrorista, lleva décadas combatiendo y atacando a las fuerzas de seguridad turcas en un conflicto que se ha cobrado cerca de 40.000 vidas en el sureste del país.