BRUSELAS, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea estudiará ampliar las sanciones contra Turquía por su actividad prospectiva en el Mediterráneo si fracasa el proceso diplomático para desescalar la tensión por el conflicto de aguas con Grecia y Chipre.
De esta manera, la UE da un paso adelante y comenzará extendiendo el actual régimen de sanciones individuales para que afecte a más personas, con la opción de que comprenda también infraestructuras y recursos económicos, ha explicado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, tras el encuentro informal de ministros de Exteriores europeos en Berlín.
"Hay una creciente frustración ante el comportamiento de Turquía y existe el consenso político para acelerar los trabajos para añadir a individuos, sugeridos por Chipre, a la lista del régimen sancionador con la vista de adoptarlo pronto", ha señalado en rueda de prensa, al tiempo que ha avisado de que, si el proceso de diálogo no avanza, la UE estudiará en la cumbre de septiembre nuevas sanciones.
Según ha explicado Borrell, entre las opciones que maneja el bloque europeo, se encuentran la de fijar restricciones vinculadas al propio conflicto de las aguas en el Mediterráneo. "Podemos pasar de hacer listas de individuos a listas de recursos, como barcos. Luego pasar a sanciones relacionadas con el sector de estas actividades, como prohibir el uso de puertos, suministros o infraestructuras de la UE o a cuestiones financieras. Todo lo relacionado con el conflicto y con sanciones sectoriales", ha subrayado.
En todo caso, el Alto Representante ha insistido en que la UE quiere "dar una oportunidad" al diálogo y se centrará en "crear espacio" para analizar todos los aspectos de la "intensa y compleja" relación con Turquía.
En este sentido ha agradecido la iniciativa de Alemania que en las últimas semanas ha mediado con Atenas y Ankara ante la escalada en la región. "La solución diplomática a través del diálogo directo sigue siendo el objetivo más urgente", ha defendido el titular alemán de Exteriores, Heiko Maas, en la rueda conjunta.
Borrell es favorable a destensar el conflicto en el Mediterráneo desde la óptica de la Acción Exterior y a no mezclarlo con la "compleja relación" que existe entre la UE y Turquía. A su juicio, el nexo con Ankara va más allá de la cartera internacional y requerirá un esfuerzo conjunto de la Comisión Europea. A fin de cuentas, Ankara es un socio de primer orden de la UE en cuestión migratoria y juega un papel relevante en el escenario de Siria y mantiene gran influencia en Libia.
"Tenemos que hablar de todo porque hay muchos asuntos pendientes que envenenan las relaciones, pero ahora la mayor presión está en la cuestión de las prospecciones y en la presencia de barcos turcos en aguas de Grecia que es realmente peligroso. Esto es lo más urgente", ha zanjado.