BRUSELAS, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea ha recalcado este lunes que el futuro de la relación con Turquía no se revisará hasta diciembre, como acordaron los jefes de Gobierno y de Estado, en medio de los ataques del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, contra el mandatario francés, Emmanuel Macron.
El portavoz del Alto Representante para Política Exterior, Josep Borrell, se ha ceñido a recordar lo pactado por la cumbre a principios de octubre, en la que los líderes se comprometieron a tratar la crisis con Turquía en diciembre cuando se examine la evolución de la situación en el Mediterráneo, donde continúan las disputas marítimas de Turquía con Grecia y Chipre.
No obstante, la bronca se ha agravado este fin de semana después de que Erdogan cuestionara el sábado la "salud mental" del presidente francés, Emmanuel Macron, por sus declaraciones tras el atentado islamista contra un profesor francés. Esto podría espolear la reacción de Francia en el seno de la UE.
"Los líderes han dicho lo que esperamos de Turquía. Tenemos un calendario con una fecha límite que es la cumbre de diciembre y ahí decidirán que acciones toma la UE", ha explicado el portavoz en rueda de prensa.
Al mismo tiempo ha defendido que los mensajes emitidos por Borrell y el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, van en esa línea después de que ambos afearan a Erdogan sus palabras y recordaran que Turquía puede verse "más aislada" si persiste en este comportamiento. "Está claro que estamos esperando un cambio en la actitud, las declaraciones y las acciones de Turquía", ha dicho el portavoz.
"Entre ahora y diciembre habrá muchos contactos y consultas entre los Veintisiete para ver si vamos a continuar esperando o tomamos una decisión antes", ha indicado, sin descartar que haya una reunión extraordinaria del Consejo de Asuntos Exteriores, que reúne a los ministros europeos del ramo, si existe el sentimiento mayoritario de los Veintisiete de convocar un foro para responder a la agresividad mostrada por Erdogan.
DETERIORO DE LAS RELACIONES
La relación entre la UE y Turquía se está deteriorando a pasos agigantados pese a que la diplomacia comunitaria mantiene su intención de promover una agenda positiva con Ankara y defiende priorizar el diálogo constructivo a las sanciones.
Hace unas semanas se respiraba un cierto optimismo después de que Ankara y Atenas aceptaran abrir negociaciones para resolver sus disputas en el Mediterráneo en el marco de la mediación alemana y pactaran un mecanismo técnico militar en la OTAN para rebajar tensiones en el Mediterráneo.
Sin embargo, este clima se está evaporando con los continuos choques de Turquía con la UE en distintos crisis abiertas en la zona. En cuestión de semanas, Erdogan ha devuelto a aguas en disputa al buque de exploración gasísitica 'Oruc Reis', reavivando el conflicto con Grecia; ha apoyado la reapertura de Varosha, una zona clausurada en el norte de Chipre; y ha respaldado a Azerbaiyán en el conflicto de Nagorno Karabaj.
Todos estos movimientos ponen en jaque la estrategia comunitaria de diálogo constructivo, liderada por Alemania y que viene respaldando Borrell. El enfrentamiento directo con Macron supone un obstáculo más en esa dirección. En este contexto, Borrell censuró las palabras insistiendo en que son "inaceptables". "Pido a Turquía que detenga esta peligrosa espiral de confrontación", insistió el Alto Representante en su cuenta en Twitter.