Publicado 16/01/2020 18:10

UE.- La Eurocámara pide a la EBA que reconsidere su permiso al anterior director para fichar por un 'lobby'

BRUSELAS, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este jueves una resolución en la que critica que la Asociación Bancaria Europea (EBA) haya permitido a su director ejecutivo, Adam Farkas, fichar como consejero delegado de la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME) y pide a la institución presidida por el español José Manuel Campa que revise la decisión.

La resolución, aprobada a mano alzada, subraya que el hecho de que Farkas vaya a dejar la EBA el próximo 31 de enero y vaya a asumir su cargo en AFME el día siguiente "constituye un riesgo" tanto para la "reputación e independencia" de la Autoridad Bancaria Europea como para "todas las instituciones de la UE y para el proyecto europeo en su conjunto".

En la misma línea, el texto insta a todos los eurodiputados y representantes de la Comisión Europea y del Consejo de la UE a que se abstengan de tener algún contacto con Farkas durante un periodo de dos años si finalmente asume el cargo de consejero delegado de la AFME.

También pide que se le deniegue la tarjeta que se da a los lobistas registrados en el portal de transparencia de de la UE para tener acceso permanente a los edificios del Parlamento Europeo durante el mismo periodo de tiempo "con el fin de evitar posibles conflictos de intereses".

En este contexto, los eurodiputados han remarcado que los conflictos de intereses "no atajados" pueden comprometer el cumplimiento de las "exigentes" normas éticas que tiene la administración europea y además ponen en peligro el derecho a una buena administración, "amenazando con ello la igualdad de condiciones necesaria para el buen funcionamiento del mercado único".

Asimismo, el Parlamento Europeo expresa su "temor" de que a menudo "no sea posible garantizar el cumplimiento de las condiciones impuestas a la actividad profesional tras desempeñar un cargo público".

Por último, advierte de que las situaciones de conflictos de intereses por "puertas giratorias" son "un problema común" a todas las instituciones, órganos y agencias de la UE y sus Estados miembros. En consecuencia, remarca la necesidad de diseñar un marco jurídico "unificado" para abordar "eficientemente" estos casos.