Publicado 26/01/2021 13:41

Uganda.- El líder opositor de Uganda dice que Museveni "no es el líder electo legalmente" y le tilda de "impostor"

El líder opositor ugandés Robert Kyagulanyi, también conocido como 'Bobi Wine', junto a sus seguidores.
El líder opositor ugandés Robert Kyagulanyi, también conocido como 'Bobi Wine', junto a sus seguidores. - SALLY HAYDEN / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

Museveni abre la puerta al diálogo pero recalca que "no se tolerará la violencia"

MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

El principal líder opositor de Uganda, Robert Kyagulanyi, ha reiterado este martes que el presidente del país, Yoweri Museveni, "no es el líder electo legalmente" tras los últimos comicios, en su primera rueda de prensa después del fin del bloqueo de su vivienda por parte de las fuerzas de seguridad después la votación del 14 de enero.

Kyagulanyi, conocido popularmente como Bobi Wine, ha subrayado que Museveni "es un impostor" y ha manifestado que "hay que demostrar que el poder del pueblo es superior al de las personas en el poder", al tiempo que ha señalado que el mandatario "quiere desesperadamente acabar con esto".

Así, ha hablado de "una lucha de liberación que se debe iniciar" y ha prometido a sus seguidores que "puede verse la libertad". Asimismo, ha denunciado que "el cien por cien" de su equipo de campaña "están en prisión" a causa de la represión de las autoridades antes de las elecciones.

"La población de Uganda depende de nosotros. Votaron por nosotros y no debemos decepcionarles", ha dicho, en un mensaje a los miembros de la opositora Plataforma de Unidad Nacional (NUP) elegidos en la votación. "Cuando asumáis los cargos tenéis que recordar que sois servidores de la gente", ha zanjado.

La rueda de prensa ha tenido lugar un día después de que un tribunal del país ordenara a la Policía y el Ejército que pusieran fin al cerco de la vivienda de Kyagulanyi, instaurado un día después de la votación tras las denuncias de fraude de Bobi Wine, quien llegó a autoproclamarse ganador.

Tras el fallo, la Policía aseguró que pondrá fin a su despliegue en torno a la vivienda del opositor, si bien destacó que mantendrá una supervisión de los movimientos de Bobi Wine cuando abandone su residencia por motivos de "seguridad".

Por su parte, Museveni ha abierto durante la jornada la puerta a un diálogo con la oposición y ha dicho que "no tiene ningún problema" con esta opción, si bien ha destacado que "no se tolerarán la violencia, la intimidación y el engaño", tal y como ha recogido el diario ugandés 'Daily Monitor'.

"La reconciliación es nuestra forma de hacer las cosas. Por eso el hijo de (el antiguo dictador) Idi Amin es el 'número dos' de los servicios de Inteligencia y su nieto es miembro de mi partido", ha manifestado, antes de pedir a la población a "olvidarse de la violencia, porque no funcionará".

"Están perdiendo el tiempo. Sólo causará que os aumente la tensión. ¿Por qué estaría yo enfadado o tenso? Hago lo que puedo y dejo el resto a Dios", ha subrayado Museveni, quien ha apostado por "el patriotismo". "Si aman Uganda, se solucionarán mejor los problemas de la gente", ha zanjado.

MUERTE DE UN CANDIDATO EN ENTEBBE

Las tensiones políticas en Uganda se han visto reflejadas este martes en la muerte de un alto cargo del gubernamental Movimiento Nacional de Resistencia (NRM) en el marco de una disputa por los resultados en las elecciones locales en la ciudad de Entebbe.

Las protestas estallaron por parte de seguidores del NRM y el Partido Democrático (DP) en el distrito de Wakiso tras el anuncio de la victoria del candidato independiente Fabrice Rulinda, quien el lunes iba en tercer lugar, por detrás de los candidatos de las dos citadas formaciones.

Ante la situación, las fuerzas de seguridad han empleado gases lacrimógenos y han realizado disparos para dispersar a los presentes, matando al líder local del NRM, Eric Kyeyune, e hiriendo a otras dos personas, tal y como ha recogido el citado diario.

La crisis política en Uganda se ha ahondado a causa de las denuncias de fraude electoral por parte de la NUP. Kyagulani se presentaba como el principal rival de Museveni, quien lleva al frente del país desde 1986 y quien logró un sexto mandato tras una serie de modificaciones constitucionales para poder concurrir a las urnas.

Las elecciones se celebraron un contexto especialmente tenso debido al aumento de la represión contra la oposición y la muerte de más de 50 personas en noviembre a causa de la acción de las fuerzas de seguridad contra manifestantes tras la detención de Kyagulanyi durante un acto de campaña.