NUEVA YORK, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, volvió a defender este miércoles las últimas iniciativas adoptadas por su Gobierno y alegó ante la Asamblea General de Naciones Unidas que su único objetivo es garantizar la "seguridad doméstica" y no comenzar una "carrera armamentística", precisamente cuando sus países vecinos le critican por permitir la cesión de siete bases al Ejército de Estados Unidos.
"Nuestro objetivo es recuperar la seguridad doméstica, nunca participar en la carrera armamentística para el juego sangriento de la guerra internacional", afirmó en su discurso.
Aunque no dio nombres, Uribe se refirió veladamente a los acuerdos alcanzados por Estados de Iberoamérica con terceros países, como el de Colombia con Estados Unidos o el de Venezuela con Rusia, a quien ha comprado tanques y misiles.
En este sentido, el mandatario colombiano reconoció su "preocupación", ya que entiende que "en lugar de avanzar hacia mayor cooperación para la seguridad, la paz y tranquilidad de los ciudadanos de cada país", se podría dar pie a un incremento innecesario de la capacidad militar. Uribe apuntó que mientras algunos países llegan a acuerdos para "modernizar sus equipos militares", otros "confiesan su ánimo de guerra internacional", en una alusión velada a su homólogo Hugo Chávez.
"Las agencias multilaterales, encabezadas por Naciones Unidas, tienen que reforzar su acción para que los gobiernos cumplan con el deber de proteger a sus ciudadanos y con la obligación de no agredir a la comunidad internacional", añadió, en declaraciones recogidas por los medios de comunicación locales.
LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO
En otro orden de cosas, Uribe defendió la forma en que las fuerzas de su país libran una "heroica lucha" contra el narcotráfico. Se mostró confiado en que el Gobierno finalmente "triunfará" en este conflicto y apostilló que, aunque Colombia "coopera con la comunidad internacional", hacen falta más apoyos. "Cooperamos con México, Guatemala, Panamá, Costa Rica, Haití, República Dominicana, Perú, Afganistán y otros países", detalló.
El presidente colombiano separó la lucha contra la delincuencia organizada de cualquier tipo de discrepancia diplomática, sosteniendo que "el terrorismo no se puede desconocer en nombre de las buenas relaciones internacionales". En su opinión, debería ser al contrario y "el multilateralismo y la diplomacia deben conducir a acciones de colaboración entre los estados" para combatir el tráfico de drogas o armas, el blanqueo de capitales y los refugios de los terroristas.
MEDIO AMBIENTE
Uribe, al igual que otros líderes que le precedieron en el estrado de la Asamblea General, aludió a la necesidad de luchar contra el cambio climático y explicó que, para ayudar al medio ambiente, Colombia quiere preservar "578.000 kilómetros cuadrados" de selva, "más del 51 por ciento del territorio".
Además, comentó que en el país sudamericano existe un programa mediante el cual algunos hogares reciben ayudas públicas a cambio de proteger ecosistemas en riesgo. No obstante, el mandatario defendió que se impongan "convenciones internacionales más severas para proteger al medio ambiente, que cuenten con instrumentos efectivos de exigibilidad para que no sean una nueva letra muerta".