Ofrece su intermediación al vicepresidente para resolver el problema y conseguir un proyecto "vital" para el Cono Sur
MONTEVIDEO, 15 Mar. (De la enviada especial de Europa Press E. Martínez Millán) -
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, transmitió hoy al Gobierno de Uruguay la "actitud flexible" de ENCE para propiciar la resolución del conflicto diplomático con Argentina por la fábrica de celulosa que la empresa pastera construye en el Río de la Plata y garantizar el éxito de un proyecto que calificó de "vital" para el Cono Sur.
En una rueda de prensa en el Edificio Libertad --sede del Ejecutivo uruguayo-- tras entrevistarse con el vicepresidente, Rodolfo Nin Novoa, Touriño aseguró que las diferencias entre ambos países podrán resolverse mediante el "diálogo y la concertación" y, por ello, se ofreció a "facilitar lo mejor posible para desactivar el conflicto".
No obstante, aclaró que "no se habló en términos de intermediación", si bien insistió en que le "consta la posición flexible de ENCE para solucionar el problema", especialmente ante la "voluntad firme" de la Administración de Tabaré Vázquez de "llevar adelante un proyecto de tanta importancia".
A diferencia de su reunión de ayer con el presidente argentino, Néstor Kirchner, en la que no se abordó la polémica entre ambos países por la ubicación de las papeleras, el presidente pudo conocer hoy la "determinación" de Uruguay de garantizar las dos factorías pasteras --la segunda, de la finlandesa Botnia-- durante su entrevista con Nin Novoa, que representó al Gobierno ante la ausencia de Vázquez, de gira por Suramérica.
Tras los 45 minutos que permanecieron reunidos, Touriño auguró que "esa determinación" propiciará una "camino de encuentro y diálogo" e insistió en que ENCE está dispuesta a ofrecer soluciones que redunden en "medidas concertadas". Así, aseguró que se trata de "una empresa responsable que quiere llevar adelante un proyecto industrial, al igual que el Estado que la recibe".
VOLUNTAD DE AYUDAR
Por ello, revindicó la "voluntad de ayudar en todo lo posible" por parte de la factoría de celulosas y su intención de "ser flexible en la evaluación de los efectos ambientales y en el proceso de negociación que se pueda determinar para sacar adelante el proyecto". "Y siempre desde la prudencia. No les puedo decir más", sentenció.
No obstante, reiteró que no ha actuado como "mediador" entre los países vecinos, si bien añadió que, en este conflicto, "la posición del presidente de la Xunta es relevante en el sentido de que se trata de una empresa con participación gallega" con la que, según él, "hay proyectos importantes".
Así, aunque admitió la complejidad de la situación de ENCE en Galicia debido a la oposición de su Gobierno a que continúe en la Ría de Pontevedra, reiteró que los intereses de la pastera son "muy importantes" y mantienen una "vinculación muy directa" con la comunidad, ya que aspira a culminar con el proceso de transformación de la madera.
COMPATIBILIZAR OBJETIVOS
Por ello, dijo "no defender nada que no sea ENCE fuera de la ría", pero de forma compatible con el cierre de los ciclos productivos. "Si tuviéramos una posición negativa ante ENCE, no estaríamos buscando una alternativa a su ubicación con exquisito respeto a los requerimientos ambientales y que sirva industrialmente", declaró.
Así, recordó que la experiencia de la empresa en España es "positiva" tanto en Navia (Asturias) como en Huelva, donde hay "implantación de última generación, asumible y viable", frente a la tecnología de los años 60 que caracteriza al complejo de Lourizán. "Esto revela mi posición como presidente", destacó, en el sentido de que a Galicia "le interesa completar el ciclo de la madera".
En consecuencia, avanzó que los técnicos de la Xunta evaluarán los sistemas de Asturias y Andalucía para "arreglar la situación" en la comunidad y sentenció que "no hay una decisión tomada" sobre la futura ubicación de la factoría. "Por el momento no hay una posición fijada ni una propuesta concreta", ratificó.
OTROS ASUNTOS DE LA REUNIÓN
Por otra parte, el presidente aprovechó su encuentro para concretar una "agenda de cooperación" con el Gobierno uruguayo en materia cultural y económica, mediante la búsqueda de nuevos instrumentos que permitan potenciar los vínculos entre ambos territorios.
Para ello, establecerán diversos convenios de colaboración para reforzar la atención a los emigrantes retornados y en otros ámbitos como la transferencia de tecnología en pesca, alimentación o turismo.
Por último, preguntado por la situación de la Casa de Galicia de Uruguay, Touriño admitió su "preocupación" y explicó que la conselleira de Sanidade, María José Rubio ha participado en diversas reuniones para "buscar fórmulas de cooperación", puesto que los mecanismos para reconducir la gestión se harán siempre "a través" del Ejecutivo de Tabaré Vázquez.