MONTEVIDEO, 4 May. (EP/AP) -
El ex dictador de Uruguay y general retirado Gregorio Álvarez declaró ayer ante la justicia penal que investiga el paradero de un grupo de detenidos-desaparecidos trasladados por vía aérea desde Argentina en 1976. Se trata de un caso por el que ya han comparecido otros militares tales como el actual comandante de la fuerza aérea, Enrique Bonelli.
"Estoy tranquilo", aseguró el general, de 81 años de edad, cuando entró sin acompañantes al juzgado del centro de la capital, mientras era rodeado por fotógrafos, cámaras y periodistas.
Detrás de las vallas metálicas instaladas por la Policía, una veintena de militantes izquierdistas lo insultaron a viva voz y gritaron "paredón, paredón".
Por su parte, la fiscal Mirtha Guianze precisó ante la prensa, tras la audiencia, que "el indagado no tenía idea de los vuelos, ni recordaba ningún detalle". Y agregó que la "declaración de Álvarez no aporta ningún dato relevante para la investigación".
En un llamado "segundo vuelo", aparentemente, se transportó a detenidos desde Argentina durante la represión conjunta de las dictaduras militares rioplatenses, que luego desaparecieron y se cree que fueron asesinados en los cuarteles castrenses.
Eventualmente, en ese segundo vuelo podría haber sido trasladada la argentina María Claudia García, la nuera del poeta argentino Juan Gelman, secuestrada en Buenos Aires junto a su esposo Marcelo Gelman, quien apareció asesinado posteriormente.
El abogado de la familia Gelman, José Luis González, precisó a AP que no se descartaba que en ese segundo vuelo podría haber estado María Claudia, un caso que ha sido cerrado judicialmente.
Cuando se produjo ese segundo vuelo, Álvarez era comandante de una región militar. En 1981 fue designado presidente de facto y entregó el poder antes de asumir Julio María Sanguinetti, primer presidente posterior a la dictadura en marzo de 1985.
Álvarez ha sido mencionado en otros varios casos donde se investigan violaciones a los derechos humanos durante la dictadura entre 1973 y 1985.
Por este caso, el del llamado "segundo vuelo", ya rindió testimonio Bonelli, quien habría admitido su realización, pero no aportó otros datos. Sin embargo, otros dos jefes militares retirados --José Pedro Malaquín, de la fuerza aérea, y el general José Díaz, ex comandante del Ejército--, cesados por el actual Gobierno, alegaron desconocer su realización.
En un primer vuelo, anterior al investigado, fueron trasladados desde Buenos Aires casi una treintena de uruguayos, pero lograron sobrevivir tras ser encarcelados.
Esas operaciones represivas conjuntas contra militantes izquierdistas se realizaron bajo el llamado Plan Cóndor de las dictaduras que por aquellos años se extendieron en el Cono Sur.