Actualizado 04/12/2014 04:14

Uruguay.- La tromba de agua que cae sobre el Cerro obliga a Mujica a ir a votar en coche oficial


MONTEVIDEO, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente saliente de Uruguay, José Mujica, ha votado ya en El Cerro para las elecciones generales del país, si bien ha dejado a un lado la tradición de acudir en su vehículo particular, el archiconocido Fusca color celeste, dadas las fuertes lluvias que están cayendo sobre buena parte del país, para desplazarse en su lugar en coche oficial, según ha informado BBC Mundo.

"Está húmeda la pista", bromeó el veterano dirigente ante los periodistas tras acudir a la cita con las urnas, poco después de la apertura de los colegios, en declaraciones recogidas por el diario uruguayo 'El País'.

Quien también ha depositado su voto ha sido el candidato Tabaré Vázquez, quien ha rebajado el favoritismo que le conceden las encuestas. "No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo", declaró desde el colegio abierto en el Club Arbolito, el centro social que fundó en su juventud.

Uruguay se enfrenta este domingo a unas elecciones generales en las que Tabaré Vázquez se perfila como favorito para perpetuar el Gobierno del Frente Amplio, a pesar de la fuerza renovadora de Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, que no ha logrado convertir en votos la promesa de la nueva derecha.

Unos 2,6 de los 3,9 millones de uruguayos están llamados a las urnas para elegir al presidente y al vicepresidente del pequeño país suramericano y decidir la mayoría parlamentaria, ya que la configuración del Senado -con 30 escaños- quedó en el aire en la primera vuelta del pasado 26 de octubre.

La decisión más importante que tomarán los uruguayos será la designación del sucesor de Mujica, que en los últimos cinco años ha gobernado la nación austral con un estilo personalísimo que le ha convertido en uno de los líderes indiscutibles de la América Latina de las democracias.

La huella de Mujica en la Presidencia será difícil de borrar e imposible de reproducir. El ex guerrillero tupamaro ha combinado un humilde nivel de vida con un elevado discurso político que ha conseguido reducir la pobreza y mantener la estela del crecimiento económico haciendo del país uno de los más atractivos de la región.