Publicado 17/01/2021 13:55

Vaticano.- Un tribunal decide mañana si extradita al Vaticano a la mujer implicada en la dimisión del cardenal Becciu

ROMA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Corte de Apelación de Milán decidirá este lunes si finalmente extraditar o no desde Italia al Vaticano a Cecilia Marogna, la mujer que recibió 500.000 euros del cardenal Becciu para fines diplomáticos poco claros.

Si finalmente se valida su extradición, su posición será clave en el proceso sobre las finanzas de la Secretaría de Estado del Vaticano que ha puesto bajo la lupa judicial la compra opaca de un edificio de lujo en Londres, que habría provocado un agujero en las cuentas de entre 73 y 166 millones de euros.

Sin embargo, sus abogados han referido que no subsiste marco legal para que los magistrados del Vaticano la imputen. Para argumentarlo citan el artículo 22 de los Pactos Lateranenses (firmados en 1929 para regular las relaciones entre el entonces Reino de Italia y la Santa Sede) que prevén la extradición del Vaticano a Italia, pero no al contrario.

De momento, no ha trascendido si el cardenal Giovanni Angelo Becciu ha sido procesado. Por su condición de miembro del colegio cardenalicio, Becciu no podría ser investigado por la justicia ordinaria.

Solo puede ser investigado por el Tribunal Supremo especial del Vaticano, el único competente para abrir una investigación contra los miembros de la Curia Romana.

Un aspecto técnico de la justicia del Vaticano que ya se puso en acto durante el juicio contra los directivos del hospital pediátrico Bambin Ges, procesados por haber desviado dinero de los fondos de manera ilegal para sufragar la reforma del ático en el que vivía el ex secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone. Finamente, Bertone acabó pagando 150.000 euros al hospital pero nunca fue imputado en el caso.

Según reveló la prensa italiana, Becciu retiró hasta 500.000 euros entre 2011 y 2018, cuando era sustituto de la Secretaria de Estado y podía gestionar a su antojo los fondos reservados de este organismo del Vaticano, para entregárselos a una mujer italiana de 39 años, Cecilia Marogna, titular de una sociedad con sede fiscal en Eslovenia que se ocupa de misiones humanitarias en África y Asia.

Pero, finamente, ese dinero fue usado por la mujer para comprar bolsos, zapatos y hasta un sofá de piel, además de otros artículos de lujo. Según detalló ella misma al diario 'Corriere della Sera', invitó a Becciu a instalar una red de diplomacia paralela a la que tiene desplegada la Santa Sede con nunciaturas por todo el mundo "en los países del norte de África y Oriente Medio".

La "dama del cardenal", como la han bautizado los periódicos italianos, se ha defendido asegurando que realizaba un trabajo como mediadora, sobre todo en casos de religiosos secuestrados. Entre los documentos que aportan los medios italianos, hay una carta en la que Becciu muestra una "profunda estima" y "confianza" en Marogna.

Sin embargo, según los investigadores, en vez de usar ese dinero para intermediar por los religiosos secuestrados en misiones de inteligencia, acabó gastándolo en boutiques de lujo en Roma. No obstante, Margona se ha defendido alegando que los objetos de lujo fueron usados como regalos en viajes diplomáticos y otros gastos de representación.