Publicado 06/02/2020 16:45

Venezuela.- Cabello dice que es "un gran orgullo" que la oposición venezolana le compare con Soleimani

El número dos del 'chavismo', Diosdado Cabello
El número dos del 'chavismo', Diosdado Cabello - Pedro Ramses Mattey/dpa - Archivo

MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Asamblea Constituyente de Venezuela y 'número dos' del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, ha asegurado que es "un gran orgullo" que la oposición le compare con Qasem Soleimani, el poderoso general que comandaba la Fuerza Quds de Irán y que murió en un ataque estadounidense.

Cabello ha reaccionado a un comentario del ex comisario Iván Simonovis, ahora jefe de Seguridad e Inteligencia del gabinete del autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó.

"En Venezuela hay dos Soleimani", dijo Simonovis en una carta entregada al presidente y al vicepresidente de Estados Unidos, Donald Trump y Mike Pence, respectivamente, con motivo de la visita de Guaidó a Washington. Son Cabello y el vicepresidente económico, Tareck El Aissami, afirmó.

Simonovis describió a Cabello como, "un miembro frustrado de las Fuerzas Armadas que ha creado una estructura militar corrupta para matar a cualquiera que se oponga al régimen". En el caso de El Aissami, le define como "un sirio venezolano con profundos lazos con Hezbolá que garantiza que el dinero que financia esta mafia siga fluyendo".

"Para mí, en lo personal, es un gran orgullo. Y, para Tareck El Aissami, igual, porque es un ejemplo de dignidad", le ha contestado Cabello en su programa en la cadena estatal VTV, según informa el diario venezolano 'El Nacional'.

El número dos del 'chavismo' ha considerado que Simonvis se ha dirigido contra él y contra El Aissami porque "saben que no tenemos precio". "Creen que nos van a asustar", se ha jactado. "Ojalá el día que vengan los marines vengas tú con ellos, Simonovis", ha espetado.

Soleimani murió a principios de enero en un ataque con drones efectuado por Estados Unidos sobre el aeropuerto de Bagdad a la llegada del general iraní a la capital iraquí. No solo era el líder de la Fuerza Quds, tropa de élite de la Guardia Revolucionaria, sino el arquitecto de la influencia de la República Islámica en la región.

Su muerte provocó ataques con proyectiles de Irán contra bases militares en Irak en las que había soldados estadounidenses que dejaron al menos 50 heridos, de acuerdo con el balance de víctimas que ha reconocido el Pentágono. El régimen de los ayatolás advirtió de que solo era una "bofetada".