Publicado 24/01/2019 17:17

Venezuela, ante el desafío de dos presidentes que reclaman el poder y con la violencia de vuelta en las calles

Political crisis in Venezuela
Boris Vergara/dpa

   La CIDH cifra en 16 manifestantes muertos este miércoles y Foro Penal Internacional habla de más de 200 detenidos

   MADRID, 24 Ene. (OTR/PRESS) -

   Mientras las protestas, la violencia y los muertos han regresado a las calles de Venezuela, dos presidentes reclaman el poder Ejecutivo en el país caribeño. Por un lado, Nicolás Maduro, elegido presidente en unas elecciones a las que concurrió prácticamente en solitario y que no reconoce la comunidad internacional, y por otro lado el opositor Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y que este miércoles se ha autoproclamado también presidente del país.

   También hay dos Asambleas en Venezuela, la que resultó de las elecciones democráticas de 2015 y controlada por la oposición a Maduro, y otra respaldada por el chavismo, apodada la Constituyente, y que se forma en 2017 después de que el Gobierno bolivariano decidiera que debía hacerse el traje a medida para respaldar con sus leyes las decisiones del presidente Maduro y desoir aquellas que provenían del bando opositor.

   Entretanto, los dos bandos han medido su fuerza en las calles del país y el resultado es un repunte de la violencia. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha facilitado la cifra de 16 fallecidos en los enfrentamientos de este miércoles entre manifestantes y fuerzas de seguridad chavistas.

   Las cifras son aún confusas, porque el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) ha señalado que al menos son 13 las personas que habrían muerto. Desde la ONG Foro Penal han registrado la detención de 218 personas en el marco de las protestas que se han sucedido desde el lunes.

   El propio Guaidó se ha referido este miércoles a la posibilidad de ser encarcelado por un movimiento que el Tribunal Supremo de Justicia y la Fiscalía, instituciones controladas por el 'chavismo', podrían considerar delictivo tras autoproclamarse presidente de Venezuela. "No temo por eso, temo por nuestra gente que la está pasando mal", ha espetado.

   Por su parte, Maduro ha defendido que es el único jefe de Estado. "Solo el pueblo pone, solo el pueblo quita", ha dicho Maduro desde el Palacio de Miraflores, donde ha desembocado la marcha 'chavista' que se ha celebrado en respuesta a la jornada de movilizaciones opositoras de este miércoles.

   El dirigente bolivariano ha defendido que las elecciones presidenciales del pasado 20 de mayo, que ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional reconocen, fueron "democráticas".

   Maduro ha denunciado que la autoproclamación de Guaidó forma parte del plan de "Gobierno imperialista de Estados Unidos para imponer a través de un golpe de Estado un gobierno títere a sus intereses en Venezuela".

   "Pretenden elegir y designar al presidente de Venezuela por vías extra constitucionales y yo le pregunto al pueblo ¿quién elige al presidente de Venezuela? ¿puede autojuramentarse un cualquiera como presidente?", ha preguntado.

   Además, ha considerado que "es una gravísima irresponsabilidad" por parte de Estados Unidos y sus "gobiernos satélite" querer provocar un "enfrentamiento civil" en Venezuela.

¿QUIÉN ES GUAIDÓ?

   Maduro es un personaje bien conocido en el mundo, pero ¿quién es Guaidó?

   El "presidente encargado de Venezuela" saltó a la luz pública internacional cuando la Asamblea Nacional le designó como su nuevo presidente. Desde entonces, ha sido la cara visible de la oposición en Venezuela y con la meta fijada en apear a Maduro de Miraflores.

   Este político de 35 años de edad originario del estado venezolano de Vargas (norte) es miembro fundador de Voluntad Popular (VP). Comenzó como un militante de base pero los infortunios de sus colegas de partido, detenidos y encarcelados, le han facilitado un ascenso meteórico.

   Guaidó captó la atención mediática con su discurso de toma de posesión, en el que avisó a Maduro de que, si seguía adelante con su segundo mandato, que inició el 10 de enero, sería considerado un "usurpador".

   Además, verbalizó lo que se venía rumiando en las filas opositoras desde hacía tiempo, haciendo un llamamiento directo a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), uno de los pilares del edificio 'chavista', para posicionarse junto al pueblo venezolano y dejar caer al régimen.

   Ser ya una cara conocida le pasó factura el 13 de enero, cuando agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) le interceptaron y retuvieron en la autopista Caracas-La Guaira cuando se desplazaba hacia Caraballeda para asistir a un cabildo.

   Fue liberado en apenas media hora tras una sonada crítica que incluso llevó a Maduro a pedir perdón por este "error" y a anunciar sanciones contra los agentes del SEBIN responsables.

   Tras declarar a Maduro como "usurpador" del poder y autoproclamarse presidente del país ha dado un paso que nadie se había atrevido a dar. A juzgar por los hechos, esperaba a hacer el anuncia clave este miércoles 23 de enero, fecha de gran valor simbólico para los venezolanos porque fue cuando en 1958 cayó el régimen del general Marcos Pérez Jiménez.

   Lo que ha generado Guaidó con su atrevimiento es, de momento, un choque de trenes en Venezuela con un resultado incierto pero con la certeza de que ha estallado una nueva ola de violencia en las calles, lo que implica más muertos, detenidos y heridos.

   Lo cierto es que el hecho de que grandes potencias como Estados Unidos y Canadá, además de la mayoría de países del entorno, se hayan apresurado a dar un paso de aliento a Guaidó, complica seriamente la continuidad del líder chavista.

   A Maduro le queda tan sólo el apoyo explícito de Cuba, Rusia, Nicaragua, Turquía y Bolivia, al que seguro que se suma Irán, por contrarrestar cualquier decisión de Washington. Pero cuenta, al menos de momento con el respaldo de la cúpula del poder militar, fundamental en el sostenimiento del régimen.

   Pese a que hay medios de comunicación que señalan que una parte del Ejército le habría pedido a Maduro en privado que cediera el testigo ante el riesgo de una guerra civil en el país; el ministro de Defensa Vladimir Padrino y los comandantes regionales tienen planificado pronunciarse este jueves "en apoyo del presidente constitucional", según ha anunciado el Gobierno.

   "No aceptamos a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la Ley", adelantó el miércoles Padrino López en un mensaje en a través de Twitter.

   Estados Unidos no ha tardado en manifestarse a favor de Guaidó, quien hizo un llamamiento a las Fuerzas Armadas a posicionarse "al lado de la Constitución" y les volvió a tender la mano a quienes desconozcan a Maduro, reiterándoles la oferta de una ley de amnistía.

   La decisión de la Casa Blanca ha tenido como consecuencia inmediata que Maduro decidiera romper relaciones con Estados Unidos y dar un plazo de 72 horas al personal diplomático para abandonar el país. Desde Washington ya han dicho que Maduro carece de autoridad para tal medida y que no se marcharán de Venezuela.

   En un claro desafío al poder del líder chavista, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, ha instado al Ejército y a las fuerzas de seguridad venezolanas a proteger a la población, así como a los ciudadanos estadounidenses y extranjeros que allí se encuentren.

   Si la tensión diplomática con Estados Unidos traspasa el umbral de las palabras y las advertencias, el presidente Donald Trump tendría la excusa perfecta para intervenir en el conflicto, opción que ya ha barajado previamente y con la que ha amenazado en varias ocasiones.

   Maduro, ajeno al desafío dentro y fuera de sus fronteras, ha ratificado este miércoles que completará su segundo mandato (2019-2025) para "gobernar para toda Venezuela" con el objetivo prioritario de "recuperar la economía", "llueva, nieve o relampaguee".