CARACAS, 1 Jun. (EP/AP) -
El ministro del Interior venezolano, Pedro Carreño, advirtió ayer de que ha llegado el momento de "volver a la calma" en el país, a la vez que rechazó las críticas de organizaciones humanitarias por las detenciones de más de un centenar de jóvenes que se manifestaron contra el cierre de la cadena de televisión RCTV.
Además, Carreño denunció que existe un plan para "dañar el prestigio internacional" del Gobierno del presidente Hugo Chávez, al "hablar de detenidos, a satanizar y estigmatizar a la Policía". E informó de que los cuerpos de seguridad se han desplegado en todas las ciudades venezolanas para evitar las "protestas violentas".
"Llegó la hora de la vuelta a la calma", insistió Carreño ante la prensa, en referencia a las protestas estudiantiles que se han registrado esta semana en la capital y otras siete ciudades del interior del país en rechazo al corte de emisión del canal privado Radio Caracas Televisión (RCTV).
Asimismo, el ministro acusó a los propietarios de las universidades privadas de instigar a los jóvenes para que se manifestaran, ya que están "molestos" por el reciente anuncio de Chávez sobre la creación de 24 nuevas universidades públicas.