Actualizado 13/06/2013 14:43

Margallo dice que "nunca se han roto los puentes" con Caracas y que los problemas se resuelven en "familia"


MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha asegurado este jueves que "los puentes no se han roto nunca" con Venezuela y ha defendido que los "problemas" que puedan surgir se tienen que "resolver" desde "el respeto", porque "son problemas de familia".

Así se ha pronunciado el ministro, tras asistir a un desayuno informativo, al ser preguntado por los periodistas acerca de si la reunión que mantendrá mañana viernes con el jefe de la diplomacia venezolana, Elías Jaua, servirá para 'tender puentes' con Caracas, después de las tensiones que se produjeron tras la llegada de Nicolás Maduro al poder.

"El Gobierno español no ha roto nunca los puentes con Venezuela", ha recalcado García-Margallo, para después asegurar que él ha mantenido "reuniones muy frecuentes con su Gobierno, la última con el que fuera su embajador en España, Bernardo Álvarez, ahora incorporado al Ejecutivo de Nicolás Maduro, y quien destacó en un comunicado "la cordialidad de las relaciones" entre ambos países, "como no puede ser de otra manera".

El ministro de Exteriores ha recalcado que España "no tiene en estos momentos conflictos con ningún Estado" y ha destacado que las relaciones son "especialmente cordiales" con los países de la comunidad iberoamericana.

"En ese mundo hay sistemas políticos y sistemas económicos distintos --ha añadido--. La clave es el respeto y resolver los problemas como lo que son, que son problemas de familia".

POLÉMICA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES

García-Margallo y Jaua se reunirán por primera vez mañana, en un almuerzo en el Palacio de Viana, un encuentro que se produce después de que las tensiones diplomáticas que se produjeron entre España y Venezuela tras las elecciones presidenciales del 14 de abril en el país suramericano, que incluyeron una llamada a consultas del embajador venezolano en Madrid.

El ministro de Exteriores atribuyó la polémica a un "malentendido" y al asunto se zanjó, aunque el Gobierno decidió que el Príncipe Felipe no acudiera a la toma de posesion de Maduro, una representación que el heredero al trono viene ejerciendo desde 1996. En su lugar, fue una delegación encabezada por el presidente del Congreso, Jesús Posada.

Sin embargo, la polémica volvió pocas semanas después cuando, durante un viaje oficial a Washington, García-Margallo fue preguntado acerca de si España estaría dispuesta a propiciar acercamientos entre el Gobierno y la oposición en Venezuela y respondió que el Ejecutivo español está "siempre dispuesto a aproximar posiciones en cualquier lugar del mundo".

Estas declaraciones recibieron la respuesta del propio Maduro, quien reaccionó públicamente con un exabrupto: "Canciller español, saque sus narices de Venezuela; canciller español, fuera de aquí; canciller español, impertinente".