Martinelli y Maduro
Foto: PRESIDENCIA.GOB.PA

CARACAS, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, ha adelantado que no pedirá disculpas "por propiciar la paz en Venezuela", en alusión a la tentativa de su Gobierno de llevar a la Organización de Estados Americanos (OEA) la crisis política en el país vecino, lo que ha llevado a la ruptura de relaciones.

   "Ni Panamá ni su Gobierno pedirán disculpas por propiciar el diálogo y la paz en Venezuela y siempre defenderemos los intereses de Panamá", ha escrito este jueves en su cuenta oficial de la red social Twitter.

   Ayer, tras el anuncio de su homólogo, Nicolás Maduro, Martinelli expresó su sorpresa "por la decisión del Gobierno de Venezuela", ya que "Panamá sólo anhela que ese hermano país encuentre la paz y fortalezca su democracia".

   El presidente panameño ha aclarado hoy, a través de la misma red social, que la política migratoria y de inversiones favorable a los venezolanos en nada cambiará con el rompimiento de las relaciones diplomáticas".

RUPTURA DE RELACIONES

   Maduro anunció ayer que, "frente a la conspiración abierta", había decidido "romper relaciones políticas y diplomáticas y congelar las relaciones comerciales con el Gobierno de Panamá en defensa de la soberanía de la patria venezolana".

   Explicó que "hay maniobras por parte del Gobierno de Estados Unidos en conchupancia con un Gobierno lacayo, de un presidente que ya en los próximos meses se va, de derecha, que no es digno de su pueblo, que ha estado actuando activamente contra Venezuela". "Se trata del presidente de Panamá", señaló.

   El jefe de Estado ha detallado hoy que la ruptura de relaciones comerciales supondrá también "la suspensión del proceso de revisión de una presunta deuda en dólares de empresas privadas venezolanas con exportadores de la Zona Libre de Colón, donde se han detectado graves irregularidades que se seguirán investigando a nivel penal".

DEBATE EN LA OEA

   Maduro tomó esta decisión después de que Panamá, a través de su embajador en la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo Vallarino, insistiera en convocar una sesión extraordinaria del Consejo Permanente para abordar la crisis en Venezuela.

   El secretario general de la OEA, José Miguel, Insulza, ha considerado que lo más probable, es que no se celebre, debido a la oposición de Venezuela y sus aliados, subrayando que no ha habido ruptura del orden democrático.

   "En este momento no hay razón para aplicar los instrumentos de la OEA porque no se ha presentado un rompimiento de la democracia", ha dicho en un foro celebrado en Washington por el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS).

   Estaba previsto que el Consejo Permanente de la OEA celebrara una sesión extraordinaria el pasado jueves para abordar la crisis política en Venezuela y, en caso de ser necesario, convocar una reunión de consulta de los ministros de Exteriores.

   Sin embargo, el embajador de Venezuela en la OEA, Roy Chaderton, pidió al bloque hemisférico que dejara sin efecto dicha convocatoria "puesto que la misma fue efectuada en ausencia del presidente del Consejo Permanente, Pedro Vergés Ciman, en contravención del artículo 6".

UNASUR VS OEA

   El ministro de Exteriores de Venezuela, Elías Jaua, ya anunció que el Gobierno acudiría a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) para debatir la crisis política porque es "más eficiente" que otras organizaciones regionales para "desactivar golpes" de Estado.

   El jefe de la diplomacia venezolana se refirió así a la OEA. Caracas ha denunciado en numerosas ocasiones la supuesta parcialidad de la OEA al debatir las crisis políticas regionales porque --según argumenta-- está a las órdenes de la Casa Blanca.

   La crisis política en Venezuela se desató el 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, lo que ha dejado al menos 50 muertos y cientos de heridos y detenidos.

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