Actualizado 14/02/2012 21:55

Venezuela.- El oficialismo pone en su punto de mira a Capriles, recién elegido líder de la opoisición


CARACAS, 14 Feb. (Reuters/EP) -

El recién elegido como candidato opositor a las elecciones presidenciales, Henrique Capriles Radonski, ha recibido este martes los primeros reproches por parte de miembros del Gobierno y aliados del presidente, Hugo Chávez.

Capriles, gobernador del estado venezolano de Miranda (centro), ganó las elecciones primarias de la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) celebradas el domingo, como candidato a los comicios presidenciales del próximo 7 de octubre.

Los medios estatales y miembros del Gobierno aseguraron que Capriles es un "fascista" y un "burgués" y otros dudaron de su orientación sexual.

El presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Diosdado Cabello, que perdió las elecciones para gobernador por Miranda en 2008 contra Capriles, señaló que "ahora el candidato de la antipatria tiene cara".

Chávez pretende conseguir la reelección en octubre tras trece años en el poder. Los últimos sondeos muestran que la intención de voto le sitúa por encima del 50 por ciento, tras conseguir recuperarse de un cáncer. Sin embargo, la unión de toda la oposición podría hacer peligrar el mandato del presidente.

Capriles señaló que sus contrincantes son el desempleo y la inseguridad. "No soy un peso pesado pero si me invitan a montarme en el ring, me monto en el ring", señaló.

En otras críticas contra el candidato opositor, varios miembros del Gobierno han dudado sobre la cantidad de personas que acudieron a votar a estas primarias, cuyo proceso fue abierto. Capriles consiguió casi 3 millones de votos, el 60 por ciento de los sufragios emitidos.

Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas, señaló que denunciará ante los tribunales el proceso debido a que en varios colegios electorales se registraron algunas irregularidades por la aparición de "votos múltiples".

El Tribunal Supremo ha ordenado la suspensión de la destrucción de los registros de votación a pesar de que la oposición se comprometió a quemarlos para que los electores no pudieran ser identificados por el Estado.

Entre 2003 y 2004, miles de venezolanos firmaron una petición para celebrar un referéndum contra Chávez. Cuando la lista acabó en manos del Ejecutivo, varios fueron despedidos como funcionarios y otros tuvieron dificultades para encontrar empleo.