CARACAS, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los diputados electos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a todos los partidos de la oposición, han rechazado este viernes el paquete de leyes que quiere poner en marcha el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
La oposición ha criticado al Gobierno por no contar con "el apoyo popular" ya que según ellos Chávez "en su obsesión egoísta pretende por la fuerza ser el dueño de todo", afirmó el diputado electo por el estado de Miranda, Julio Borges.
Según el dirigente del partido Primero Justicia, la sociedad venezolana le ha dicho "que no a la reforma constitucional" en un referéndum celebrado en 2007 en el que fue rechazada la propuesta de Chávez de modificar varias leyes de la Carta Magna.
"En aquel momento querían arrastrar todos nuestros derechos y el anhelo de progresar de todos los venezolanos y que incluso iban a ideologizar la educación de nuestros hijos", precisó.
Chávez espera que el Parlamento --controlado por su partido-- apruebe este viernes la Ley Habilitante que le daría poderes especiales para gobernar y legislar durante 12 meses sin tener que someter sus proyectos a consideración de los diputados.
El mandatario socialista quiere aprobar éstas y otras normativas en diciembre aprovechando que actualmente el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) domina casi la totalidad de los 167 escaños de la Asamblea Nacional, lo que le ha permitido llevar adelante una serie de acciones para reforzar su proyecto socialista.
A partir de enero de 2011, el panorama legislativo será muy diferente porque la oposición tendrá una amplia representación --con 67 diputados-- por primera vez desde 2005, cuando decidió retirarse de las elecciones tras denunciar fraude.
En este sentido, Borges dio un mensaje de "fuerza, lucha y protesta" a todo el pueblo de Venezuela y dijo que ellos representaban a "la gran mayoría de los venezolanos" que construirán "el triunfo en 2012 con esperanza, propuestas y soluciones".
Finalmente, el diputado electo se dirigió al Ejército diciéndoles que cuando la oposición llegue al poder en 2012 tendrían "una Fuerza Armada apolítica, profesional y digna" que no se correspondería con ningún "color político".