CARACAS, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades venezolanas extraditaron este miércoles a Cuba al salvadoreño Francisco Chávez Abarca, acusado de delitos relacionados con terrorismo por ser sospechoso de pertenecer a la red anticastrista de Luis Posada Carriles y a quien las autoridades de la isla responsabilizan, entre otros atentados, de haber volado en 1976 un vuelo de Cubana de Aviación en el que murieron 73 personas.
Chávez Abarca fue detenido el pasado viernes por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en el aeropuerto internacional Simón Bolívar --a pocos kilómetros de Caracas-- cuando intentó entrar en Venezuela con un pasaporte guatemalteco falso con el objetivo de realizar varios atentados en plena campaña electoral para los comicios legislativos del próximo 26 de septiembre.
El ministro venezolano del Interior, Tareck El Aissami, dijo a la prensa local que el propio Chávez Abarca confesó que su verdadero propósito de ingresar a Caracas era realizar acciones de conspiración y encabezar atentados. El presunto terrorista "ya habría contactado con grupos fascistas de la contrarrevolución, quienes colaboraron o pretendían colaborar para estos propósitos oscuros y criminales", agregó.
El salvadoreño, explicó El Aissami, tenía una orden de captura de la Interpol con difusión roja por tratarse de un "sujeto de altísima peligrosidad" con un prontuario policial que incluye delitos como asesinato, narcotráfico, blanqueo de dinero y desapariciones "que dan cuenta de la conducta violenta que le caracteriza".
Cuba también sitúa a Chávez Abarca como reclutador de un ex soldado salvadoreño condenado a muerte por llevar a cabo en 1997 una cadena de atentados contra hoteles de La Habana, dando muerte a un joven turista italiano.
Desde que Hugo Chávez asumió la Presidencia de Venezuela en 1999 se ha propuesto como meta desarticular la red que trabaja para Posada Carriles, quien actualmente reside en Estados Unidos, país que ha negado su extradición a Caracas y La Habana. Este hecho ha sido motivo de constantes críticas por parte del Gobierno de los hermanos Castro que han recriminado a Washington su política de "doble rasero" contra el terrorismo.
La detención de Chávez Abarca generó una fuerte polémica ante las denuncias de su esposa Karla Guadalupe Trigueros, quien aseguró que el presunto terrorista había sido "secuestrado" en Guatemala por agentes venezolanos, al defender la inocencia de su marido. No obstante, ambos han sido relacionados con redes del crimen organizado dedicadas a la sustracción de vehículos de lujo en El Salvador.
Pese a esta situación el ministro de Relaciones Exteriores salvadoreño, Hugo Martínez, afirmó que su país colaborará con las autoridades venezolanas en el proceso de investigación de este caso.