Actualizado 06/01/2018 23:20

Los venezolanos vuelven a hacer cola para aprovechar la bajada de precios ordenada por Maduro

Venezolanos hacen cola en un supermercado de Caracas
REUTERS / MARCO BELLO

CARACAS, 6 Ene. (Reuters/EP) -

Las venezolanos han vuelto a formar largas colas en los supermercados para aprovechar la bajada de precios que ha ordenado el presidente, Nicolás Maduro, para combatir la crisis de abastecimiento que sufre la nación caribeña.

La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) ha obligado a 214 supermercados que pertenecen a 26 cadenas de distribución distintas bajar los precios.

La respuesta no se ha hecho esperar y los venezolanos han acudido en masa a estos supermercados para conseguir productos básicos como arroz, harina o huevos a precios asequibles.

"Tenemos que comer", ha dicho Edgar Romero, músico de 45 años, mientras espera a las puertas de una tienda de Caracas bajo un sol abrasador.

La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ha tenido que desplegarse en algunos lugares para evitar disturbios. "¡Tenemos hambre!" y "¡Queremos comida!", han gritado los clientes en un supermercado capitalino tras descubrir que después de varias horas de espera solo había descuentos en galletas y detergente.

Jesús Gudiño, de 29 años y padre de tres hijos, se ha quejado de que apenas ha conseguido alimentos. "Con esto no sustento a mis niños", ha dicho frustrado. "Estoy acá desde las 4.00 de la mañana (hora local). Esto es una burla", ha denunciado.

CRISIS ECONÓMICA

Venezuela sufre una grave crisis económica desde hace años que se ha traducido en la falta de productos de primera necesidad, como comida o medicamentos, que ha llevado a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora-- a denunciar la existencia de una "crisis humanitaria".

La caída del precio del petróleo en el mercado internacional ha dinamitado la economía venezolana, cuya principal fuente de riqueza son las exportaciones de crudo. La falta de ingresos ha impedido a su vez al Gobierno mantener el ritmo de las importaciones, que solían abarcar a la mayoría de los productos.

Maduro asegura que la crisis es fruto de una "guerra económica" lanzada por la derecha venezolana e internacional, pero la MUD culpa al Gobierno por una mala gestión de la renta petrolera en época de bonanza y a la inexistencia de una industria nacional capaz de suplir las compras en el extranjero.