Actualizado 17/12/2015 18:05

Venezuela recrimina el "terrorismo judicial" de EEUU tras la acusación al jefe de la Guardia Nacional

Venezuela's President Nicolas Maduro speaks in a news conference after voting in
JORGE LOPEZ / REUTERS

CARACAS, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El Gobierno venezolano ha criticado las investigaciones abiertas en Estados Unidos contra el jefe de la Guardia Nacional, Néstor Reverol, y ha denunciado que este tipo de iniciativas "obedecen a intereses subalternos" y equivalen a "terrorismo judicial y policial".

   El miércoles, Reverol y el exsubdirector de la agencia antidrogas ONA fueron acusados de recibir dinero de narcotraficantes y de alertar de operaciones antidrogas, según fuentes citadas por la agencia de noticias Reuters. Reverol sería uno de los funcionarios de mayor rango investigados por delitos de drogas en Estados Unidos.

   La respuesta de Caracas ha llegado a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores, que ha expresado este jueves su "más profundo rechazo" a la política estadounidense y al "terrorismo judicial y policial" que desarrollan sus agencias. "Persigue, amenaza y coacciona el ejercicio del Poder Público venezolano", ha lamentado.

   El Gobierno de Nicolás Maduro, que ha defendido los "logros" de Reverol, ha pedido al estadounidense que "ajuste sus procedimientos a la legalidad internacional", para evitar "manipulaciones" que, en opinión de Caracas, "obedecen a intereses subalternos ajenos a la correcta y segura respuesta jurídica contra el crimen".

   "No es un secreto para la comunidad internacional el uso artificioso y de doble estándar que hacen agencias estadounidenses de un tema ampliamente sensible, las cuales, bajo la pretendida lucha contra el narcotráfico disfrazada de amparo a la salud, despliegan acciones intervencionistas y violatorias de las soberanías nacionales", ha apuntado el Ministerio en su nota.

   El Ejecutivo de Venezuela ha presentado al país como un actor "reconocido" por su labor en la prevención y la lucha contra las drogas y, en cambio, ha cuestionado que Estados Unidos pueda hablar con "elevada moral" sobre el tema, toda vez que "en lugar de reducir el delito lo que ha hecho es aumentarlo peligrosamnete por todo el mundo, hasta niveles escandalosos".