Actualizado 10/06/2009 20:20

Víctimas de abusos se manifiestan en Dublín para pedir justicia

Por Andras Gergely

DUBLIN (Reuters/EP) - Los supervivientes de violaciones y castigos sistemáticos en colegios católicos marcharon en silencio hasta el Parlamento irlandés el miércoles, llevando consigo zapatos infantiles y lazos blancos que simbolizan su juventud perdida.

Las revelaciones sobre palizas, trabajos forzados y violaciones en grupo en el ahora difunto sistema de reformatorios y centros de formación profesional han avergonzado al pueblo irlandés, particularmente a los de mayor edad que no se enfrentaron a lo que, según un informe del mes pasado, fueron abusos generalizados.

"Fue como estar en una cárcel y cuando sales no hablas de ello", dijo Marina Permaul, de 66 años, quien fue criada con un "estilo militar" por monjas en el condado occidental de Galway.

"No hablas de ello ni siquiera con tus hijos", agregó Permaul, quien llegó desde Londres para asistir a la marcha. "Estás demasiado avergonzado de todo ello, y en cualquier caso ¿te iban a creer? No te atreves a levantar la voz contra una orden religiosa", añadió.

Medios de comunicación locales dijeron que unas 7.000 personas participaron en la marcha, entre ellos cientos de víctimas de abusos.

Los organizadores de la marcha, que se realizó para coincidir con una discusión de legisladores sobre el informe, han expresado su molestia porque el debate haya sido pospuesto para permitir al Parlamento abordar una moción de confianza sobre el Gobierno.

"Realmente pone énfasis de nuevo en que el Estado no ha comprendido realmente ni una pizca de lo que pasaron 165.000 niños en 216 instituciones", dijo Christine Buckley, una de las afectadas.

"Estoy profundamente decepcionada", añadió Buckley, que creó un centro para apoyar a los supervivientes.

El informe criticó a las autoridades religiosas por encubrir los delitos y al Departamento de Educación por cooperar en el silencio. Señaló además que los niños fueron víctimas de padres adoptivos, trabajadores voluntarios y empleadores.

El informe no identificó a los abusadores después de una demanda legal exitosa por parte de los Hermanos Cristianos, que fueron los principales proveedores de apoyo residencial infantil en Irlanda.

Una serie de escándalos en los que se han visto implicados sacerdotes han desplazado a la Iglesia Católica desde su preeminente posición en la sociedad irlandesa, pero hay decepción porque muchos hayan evitado la cárcel.

Las órdenes religiosas citadas en el texto se han visto presionadas para que paguen una mayor compensación a las víctimas. Un acuerdo en el 2002 limitó su contribución a un fondo de desagravio de 127 millones de euros (177 millones de dólares).

La cifra total se prevé que exceda los 1.000 millones de euros.

Buckley dijo que el fondo de compensación fue un fracaso, que se revisarán esas adjudicaciones y que se creará un fondo fiduciario.

"Toda la idea de un comité de compensación fue otra forma de abuso institucional. Es silencioso, a puerta cerrada y hay un castigo si revelas tu compensación", indicó.

En Estados Unidos, la arquidiócesis de Los Angeles acordó pagar 660 millones de dólares (unos 473 millones de euros) a 500 víctimas en la mayor compensación de estas características.

(Con información adicional de Carmel Crimmins. Traducido por Inmaculada Sanz en la Redacción de Madrid)