Actualizado 07/06/2009 01:57

Violencia en Perú forzaría salida ministros, cambio ley

Por Simon Gardner

SANTIAGO (Reuters/EP) - El presidente peruano, Alan García, se vería forzado a despedir importantes ministros y modificar o anular leyes que buscan atraer la inversión extranjera en minería y energía si quiere desactivar los sangrientos choques con indígenas.

Sin embargo, aún cuando es la peor crisis en el Gobierno de García y ya dejó al menos 50 muertos, no espantaría a los inversores en el mediano plazo, ni pondría en riesgo su presidencia.

"Seguramente va a tener que recomponer el gabinete como una manera de tranquilizar a las protestas populares", dijo Ernesto Velit, politólogo de la Universidad Ricardo Palma en Lima.

Espera que García se deshaga del primer ministro, Yehude Simon, de la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas y del ministro de Defensa, Antero Flores Araoz, culpados de permitir que la violencia se expanda.

"Y si el Gobierno no da marcha atras y si el Gobierno no deroga las leyes que están siendo rechazadas por las etnias amazónicas, va a crear e incrementar el movimiento de protestas y vamos a vivir una situación de convulsión social", añadió.

Dijo además que los sindicatos podrían unirse a las protestas.

Muchas de las leyes que enfurecieron a los indígenas fueron aprobadas el año pasado mientras García intentaba ajustar su marco regulatorio a un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.

Los críticos creen que García, que tiene una popularidad del 30 por ciento, no ha hecho suficiente para reducir el nivel de pobreza en el país, que es del 36 por ciento.

GRAN ERROR

García, un izquierdista que viró hacia la derecha y ahora se encarrila en las políticas de libre mercado, cometió un gran error al no escuchar las demandas indígenas cuando impulsó las leyes de aliento a la inversión, dicen sus críticos.

Los grupos indígenas creen que los territorios en cuestión, considerados entre las áreas con mayor diversidad biológica del planeta, son la tierra originaria de sus ancestros.

El Gobierno no ha logrado borrar la fuerte división entre las elites en Lima y los grupos pobres indígenas. Esta crisis también dejó al desnudo que el Gobierno no logra controlar zonas remotas del país.

Al reprimir las protestas -los indígenas aseguran que 30 manifestantes murieron hasta ahora- García solo estaría logrando unir a los grupos opositores.

"Va a ser necesario un diálogo, con la intención realmente de atender este problema, que es un problema muy muy profundo, por allí va la solución. No es meramente el cambio de ministros", dijo Manuel Saavedra, director de la firma de encuestas CPI.

El año pasado hubo bloqueos de carreteras que duraron poco más de una semana y también afectó instalaciones eléctricas en Perú. "Ha pasado el tiempo y los indígenas se sienten burlados porque no se ha tomado ningún acuerdo al respecto", agregó.

Saavedra dijo que el ultranacionalista Ollanta Humala, a quien García venció por poco en las elecciones del 2006, se beneficiará de esta situación.

Pero aclaró que la próxima elección en 2011 aún está lejos y que no ve un impacto mayor por esta crisis en el mapa político.

Muchas de las muertes ocurrieron el viernes, cuando la policía liberó una carretera en la región Bagua de la provincia Amazonas.

El saldo de muertes creció el sábado cuando la policía intervino para liberar docenas de rehenes.

Hasta ahora el Gobierno no ha dado señales de dar el brazo a torcer.

"Creo que hay intereses políticos con ánimos de desestabilizar (al Gobierno) y sabe Dios si habrá alguna otra influencia foránea. Todavía no tenemos la info como para ser más específicos, lamentablemente", dijo el canciller José Antonio García Belaunde a CNN.