Publicado 24/05/2020 21:31

Voces africanas frente al coronavirus: educación, innovación, solidaridad y esperanza

Coronavirus.- Mujeres africanas relatan el primera persona cómo afrontan la pand
Coronavirus.- Mujeres africanas relatan el primera persona cómo afrontan la pand - FUNDACIÓN MUJERES POR ÁFRICA

MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -

Fundación Mujeres por África acerca en primera persona los testimonios de Martha Korok, Purity Kathamby y Boumad Souad, quienes relatan la situación que se vive en el continente africano debido a la pandemia provocada por el Covid-19 en el Día Mundial de África, que se celebra cada 25 de mayo, haciendo hincapié en varios aspectos clave: la educación, la innovación, la solidaridad y la esperanza.

Desde Kenia, Martha Korok, maestra en el campo de refugiados de Kakuma y beneficiaria del programa 'Sabias de Kakuma' llevado a cabo en colaboración con la Fundación Universidad Camilo José Cela, cuenta que en el citado campo de refugiados están libres de coronavirus aunque no se descuidan para evitar contagios.

"Hasta ahora todo va bien. No hay ningún caso confirmado de Coronavirus en el campo de refugiados de Kakuma, aunque sí nos preocupa que la tasa esté aumentando en otros condados vecinos. Afortunadamente, tanto yo como mis compañeras, así como todos los miembros de mi familia estamos a salvo", comienza su relato.

En cualquier caso, destaca que "hay mucha necesidad de educar y sensibilizar a la población" ya que "la mayoría de las personas tiene conceptos equivocados sobre el Covid 19" y "creen que solo mata a los ancianos, que solo afecta a las personas de piel clara o que en climas calientes no se desarrolla".

"Como soy maestra, reuní un grupo de jóvenes talentosos que a través de sus poemas, canciones y dramas intentan educar y concienciar a la gente de los peligros del coronavirus y de qué medidas tomar para protegerse. Los poemas, los dramas, las canciones y las palabras habladas están listas, pero hay un gran desafío. Los estudios para rodar estas canciones requieren de financiación y esto es lo que me tiene atascado", lamenta.

En cualquier caso, afirma que Kakuma "está ahora en confinamiento, pero no totalmente cerrado" con gente que "se relaciona mucho cuando van a por agua en los puntos de agua o por comida en los centros de distribución de alimentos". En África se ha rebasado ya el umbral de los 100.000 contagios por coronavirus, según el último balance actualizado de los Centros de Control de Enfermedades de África (Africa CDC).

En Kenia, Purity Kathamby, licenciada en Cormecio y Finanzas por la Universidad de Nairobi y exbecaria del programa 'Learn Africa', gracias al cual estudio un Máster en Economía en la Universidad de Granada, explica cómo lucha el Gobierno de su país contra la pandemia: animando a los fabricantes locales a ser innovadores.

"El mundo es como un pueblo pequeño que se ha quedado paralizado por esta pandemia. Al igual que en el resto del planeta, Kenia, un país de África oriental, tampoco se ha librado. Desde que se informó del primer caso en Kenia, el Gobierno tomó rápidamente medidas para detener la propagación del Covid-19, como el cierre de todas las instituciones educativas y religiosas, la prohibición de cualquier reunión social y el cierre de lugares y centros de ocio en todo el país", señala.

"El Gobierno sigue vigilando y controlando la situación y diariamente se registran nuevos casos de los que informa el ministro de Salud y/o el presidente -- prosigue--. En este sentido, está animando a fabricantes locales a ser innovadores y a que busquen soluciones para producir localmente los EPI (Equipos de Protección Individual) necesarios".

De este modo, detalla que el sector privado y también las universidades están desarrollando respiradores Protype, además de lanzar al mercado Equipos de Protección, mientras que el Instituto de Investigación Médica (KEMRI) ya ha desarrollado un equipo de test rápido que se utilizará para pruebas masivas en Kenia.

"Dado que las primeras medidas no parecían ser suficientes para detener los contagios, el Gobierno introdujo nuevas medidas. Entre ellas la prohibición de todos los vuelos internacionales que entraban y salían del país, se impuso la cuarentena obligatoria para las personas que llegaban al país (instalaciones gubernamentales/privadas), se decretó un toque de queda (de las 19.00 a las 5.00 horas) y se restringió la circulación fuera de las grandes ciudades durante un período de 21 días", explica.

También da cuenta de "restricciones en productos y servicios no esenciales para evitar aglomeraciones" así como de "la obligatoriedad de guardar distancia social, uso de mascarillas en público y lavado de manos". "Desde nuestros encierros en casa para evitar una mayor propagación de la enfermedad sólo nos queda esperar a que la situación se normalice y volver la vida normal", afirma.

OLA DE SOLIDARIDAD

Desde Argelia, Boumad Souad, licenciada en Ingeniería de Procesos Químicos con estudios de doctorado con una beca 'Learn Africa' en la Universidad de Málaga, destaca que el coronavirus ha hecho surgir "una ola de solidaridad" en el país.

"El 25 de febrero 2020, el Instituto Pasteur en Argelia confirmó la detección del primer caso del coronavirus en el país. Fue un ciudadano italiano que llegó el 17 de febrero a Argel donde trabaja en el yacimiento petrolero de Hasi Mesaoud en el Sahara Argelina. El número de casos positivos detectados cada día sigue siendo bajo debido a la falta de kits de detección, por lo que se estima que las personas infectadas son más de lo que parece realmente", expone.

Así, indica que "el Ministerio de Salud, Población y Reforma Hospitalarias, en colaboración con la OMS, lanzó distintas medidas de información y sensibilización para prevenir la propagación" y lamenta que, "a pesar de todas las advertencias y preocupaciones, los ciudadanos realizaron sus actividades diarias con normalidad, sin tomar medidas, hasta mediados de marzo cuando el presidente anunció el cierre de universidades, colegios y mezquitas, y puso la provincia de Blida en cuarentena parcial, con 58 casos positivos".

"No fue hasta que el contagio se propagó a a otras provincias del país, como la ciudad Argel, cuando se decretó el estado de alarma y se extendió el confinamiento total de Blida, mientras que otras, declararon el toque de queda de 5 pm a 7 am", prosigue.

En cualquier caso, afirma que "la llegada de los primeros casos de Covid-19 causó una ola de movilización voluntaria en Argelia" donde "personas solteras, grupos de amigos, universidades o asociaciones han lanzado docenas de iniciativas: recolectar alimentos para familias afectadas por la desaceleración de la actividad económica, la fabricación medios de protección para el personal de enfermería, producción de comidas para hospitales, creación de puntos de conciencia, etc", así como "operaciones de repatriación para sus ciudadanos argelinos que se encontraban en otros países".

Además, señala que el coronavirus "ha frenado en seco las protestas que se suceden contra el gobierno argelino desde el 22 de febrero del año pasado" y recuerda que "el mes sagrado de Ramadán empezó el 24 de abril de forma totalmente atípica, en plena crisis sanitaria", con la suspensión de reuniones familiares y actividades religiosas en las mezquitas, por estar cerradas, y oraciones diarias o rezos nocturnos en los hogares.

"Esta pandemia está afectando a todo el mundo. Muchos han perdido familiares o amigos, y otros el trabajos. Son momentos muy difíciles y tristes, pero también han sido capaces de mostrar aspectos positivos: la calidad de los humanos por la solidaridad. Rezamos por el bienestar de todo el mundo. Dios es grande y todo pasará", concluye.