Actualizado 04/04/2014 00:22

Ecuador pide un interrogatorio a Assange en su Embajada

Julian Assange
Foto: REUTERS

LONDRES, 4 Abr. (Reuters/EP) -

   El embajador de Ecuador en Londres, Juan Falconi Puig, ha considerado que las autoridades británicas deberían permitir que las suecas interrogaran en la sede diplomática al fundador de Wikileaks, Julian Assange, sobre la supuesta comisión de varios delitos sexuales.

   En una entrevista concedida a Reuters, Falconi Puig ha admitido que "el caso parece estar paralizado", a pesar de que "todos tenemos la sensación de que es una situación que tiene que resolverse". "No es bueno para nadie tener el caso estancado", ha dicho.

   El representante ecuatoriano ha considerado que "el primer paso" para conseguir una solución al caso Assange "sería tener un interrogatorio" porque, de lo contrario, el fundador de Wikileaks "podría quedarse en la Embajada tanto tiempo como sea necesario".

   Así, ha indicado que "si (las autoridades suecas y británicas) quieren que el caso avance es tan simple como que el fiscal sueco (realice) el interrogatorio en la Embajada". "Cualquier enviado de Suecia sería muy bienvenido", ha aseverado.

   Además, Falconi Puig ha insistido en que "Ecuador quiere proteger los Derechos Humanos" del periodista australiano, por lo que para el país andino "es un asunto de principios". "Por eso le otorga protección", ha subrayado.

CASO ASSANGE

   El periodista australiano se encuentra en la misión diplomática desde junio de 2012, cuando solicitó a Ecuador el asilo diplomático. El Gobierno de Rafael Correa se lo concedió, pero Reino Unido se ha negado a concederle un salvoconducto, insistiendo en que tiene la "obligación legal" de extraditarle a Suecia.

   Assange solicitó asilo político argumentando que se encuentra en un "estado de indefensión" ante la posibilidad de que, una vez en Suecia, sea extraditado a Estados Unidos, donde supuestamente se está celebrando un juicio secreto, sin que Australia lo impida.

   El fundador de Wikileaks asegura que es víctima de una "persecución política" por parte de Estados Unidos por revelar cientos de miles de documentos clasificados del Departamento de Estado sobre las guerras en Irak y Afganistán y sobre las relaciones diplomáticas con otros países.