Actualizado 02/12/2010 07:30

EEUU, preocupado por sus intereses en Malvinas ante una eventual guerra


BUENOS AIRES, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, mostró su preocupación por que el inicio de las exploraciones británicas en la plataforma continental de las islas Malvinas, en busca de gas y petróleo, suscitara una respuesta militar de Argentina. Como contestación a estas inquietudes, la Embajada en Buenos Aires indicó que la reavivación de este reclamo podría afectar a las empresas estadounidenses afincadas en ese país.

En un cable de enero de 2010, la jefa de la diplomacia estadounidense apunta que "las condiciones económicas de Argentina", que entonces se encontraba inmersa en un debate nacional sobre los fondos a utilizar para afrontar el pago de la deuda soberana, podrían llevar a su Gobierno a retomar la reivindicación territorial sobre las Malvinas e incluso a emprender una acción militar, para "apartar la atención de la población sobre la economía".

En este sentido, Clinton se interesa por las posibilidades reales que existen de que Argentina inicie una guerra para recuperar la soberanía de las islas con el apoyo de otros países de la región afines a su causa, entre los que destaca a Venezuela. "Por favor, comunica cualquier discusión entre funcionarios del Gobierno o militares sobre acciones planeadas", reza el texto.

Además, la secretaria de Estado solicita a la legación diplomática que informe sobre cualquier fricción en el liderazgo del Gobierno o en la cúpula militar del país provocada por la falta de acuerdo entre sus miembros sobre una eventual respuesta bélica, así como su conocimiento sobre el coste que esta decisión acarrearía. "¿Cuál es la percepción del Gobierno del coste de soportar una guerra? ¿Se opone o simplemente lo ignora?", interroga.

En respuesta a las preguntas planteadas por Clinton, la Embajada no descartó una acción "irracional" por parte de Argentina y advirtió de la puesta en marcha de un plan, por parte del entonces ministro de Exteriores, Jorge Taiana, para aumentar la presión sobre las empresas que participan en las prospecciones británicas, lo que podría afectar a las compañías estadounidenses en el país sudamericano, según recoge un cable de febrero de 2010.