Actualizado 02/09/2009 05:21

Zelaya busca frenar reconocimiento de elecciones en Honduras

WASHINGTON (Reuters/EP) - El derrocado presidente de Honduras Manuel Zelaya confía en que la comunidad internacional declarará ilegítimas las elecciones que planea el Gobierno de facto surgido del golpe de estado que lo derrocó hace dos meses.

Zelaya se reunió el martes en privado con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, José Miguel Insulza, y los embajadores del continente ante la OEA.

Algunos países de la región creen que la elección de un nuevo presidente en los comicios previstos para el 29 de noviembre sería el mejor camino para resolver la crisis institucional hondureña, dijo una fuente de la OEA.

Pero Zelaya afirmó que la represión política bajo el Gobierno de facto y la destitución de la administración legítima impiden la realización de elecciones legales y transparentes.

"Continuar con este proceso significa un fraude para la comunidad internacional", dijo Zelaya a periodistas en la OEA.

Zelaya destacó que los estados miembro de la OEA "no están dispuestos a reconocer ni el proceso electoral, ni el resultado, ni quien gane las elecciones".

Todos los embajadores de la OEA, que suspendió a Honduras en julio, manifestaron su apoyo al endurecimiento de sanciones contra el Gobierno del presidente interino Roberto Micheletti, dijo Zelaya.

Carlos Sosa, ex embajador hondureño ante la OEA, dijo que la organización tiene que "empezar a olvidarse de cualquier observación electoral" en Honduras mientras Zelaya no haya sido restablecido en la presidencia.

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, recibirá el jueves a Zelaya, informó el Departamento de Estado, en momentos en que Washington debate cortar formalmente toda la ayuda al Gobierno de facto en Tegucigalpa.

A pesar de la condena mundial al golpe de Estado del 28 de junio, Micheletti ha resistido la presión internacional y rechazó las propuestas presentadas por el presidente de Costa Rica y mediador, Oscar Arias, que habrían permitido a Zelaya volver al poder antes de las elecciones.

Zelaya advirtió que la paciencia del pueblo hondureño "tiene un límite" y dijo que las fuerzas sociales que se oponen al Gobierno de facto recurrirán a "medios alternativos" cuando se agoten los esfuerzos diplomáticos por encontrar una salida pacífica a la crisis, pero se abstuvo de dar más detalles.