Actualizado 25/07/2009 01:54

Zelaya llega frontera, disturbios del lado Honduras

Por Esteban Israel

LAS MANOS, Honduras (Reuters/EP) - El depuesto presidente Manuel Zelaya llegó el viernes a la frontera nicaragüense con Honduras en su segundo intento por retomar el poder, mientras del otro lado decenas de soldados y policías esperaban que pusiera pie en suelo hondureño para arrestarlo.

Zelaya, con su sombrero vaquero, arribó al frente de una caravana manejando un jeep blanco acompañado del canciller de Venezuela, Nicolás Maduro.

El depuesto mandatario caminó hacia la frontera, llegó al puesto migratorio y volvió sobre sus pasos, y dijo que esperaría allí a su familia, mientras helicópteros militares hondureños sobrevolaban la zona.

"Estamos esperando que los militares levanten los obstáculos que están poniendo (...), vamos a tratar de acercanos", dijo Zelaya al llegar, asegurando que intentaría entablar diálogo con el Gobierno interino que tomó el poder después del golpe de Estado del 28 de junio.

"Ellos cometerían un grave error (si hacen el arresto) porque provocarían más la indignación del pueblo", agregó.

Antes de que llegara el derrocado presidente, decenas de hondureños que marchaban a su encuentro en la frontera fueron dispersados con gases lacrimógenos cuando intentaban romper un cerco militar en territorio hondureño cerca de Las Manos, dijo un testigo de Reuters.

Zelaya, un empresario maderero liberal que a mitad de su mandato giró a la izquierda y se alió al presidente venezolano Hugo Chávez irritando a empresarios y políticos incluso de su propio partido, fue expulsado de la presidencia por un grupo de militares y llevado a Costa Rica.

"Esto es parte de un proceso, yo tengo que estar aquí hasta que se establezca la comunicación y podamos ingresar pacíficamente al país", dijo Zelaya, antes de disponerse a hablar con un alto mando militar de Honduras.

Pero el presidente de facto instalado tras el golpe, Roberto Micheletti, aclaró que las puertas están cerradas y el canciller subrayó que sería arrestado si ingresa al país, donde enfrenta cargos de supuestamente violar la Constitución con su intento de referendo para extender el mandato presidencial.

Zelaya había dicho que si no logra ingresar al país por Las Manos, tiene a su disposición helicópteros para intentar llegar por la frontera con Guatemala o El Salvador.

Sus partidarios en Las Manos, unos 100 kilómetros al sureste de Tegucigalpa, dijeron que su plan era restituirlo en el poder.

"No tenemos armas pero estamos dispuestos a agarrar piedras o palos para pasar a recibir a Zelaya", afirmó Merlin Roberto Rivera, un trabajador de una hacienda de 24 años de Olancho, el estado natal del mandatario derrocado.

Muchos en Honduras temían que su retorno desate violencia. Un joven murió el 5 julio cuando soldados abrieron fuego contra manifestantes que esperaban a Zelaya en el aeropuerto de Tegucigalpa en su primer intento de retomar el poder.

El Gobierno de facto adelantó el toque de queda el viernes para las 12 del mediodía (1800 GMT) hasta las 6.00 hora local (1200 GMT) del sábado en la frontera con Nicaragua.

DECISION APRESURADA

Sindicatos y opositores al golpe realizaban el viernes nuevos cortes de carreteras en Tegucigalpa, en el segundo día de un paro general que ha transcurrido hasta ahora sin incidentes.

Zelaya emprendió su regreso después de dar por agotadas las conversaciones de ambas partes en Costa Rica y pese a la resistencia de Estados Unidos, que apoya su restitución pero continúa apostando por una solución negociada.

"Obviamente nosotros le hemos aconsejado que no cruce", dijo un diplomático estadounidense de alto rango en Tegucigalpa.

El retorno de Zelaya desafiando la orden de arresto implica un revés para Estados Unidos en la pulseada por la influencia en América Latina contra el venezolano Chávez.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, dijo que la decisión de Zelaya era "apresurada", y recordó que el Gobierno de facto todavía no comunicó oficialmente su rechazo a un acuerdo diseñado por el presidente costarricense, Oscar Arias.

El Congreso en Tegucigalpa planeaba discutir el lunes la propuesta de Arias.

Pero, la viceministra interina de Relaciones Exteriores, Martha Alvarado, dijo a Reuters que el retorno de Zelaya al poder -meollo de un acuerdo formulado por Arias- está fuera de discusión.

El depuesto presidente, al que le faltaban siete meses para terminar el mandato, dijo sin embargo que el diálogo está agotado y no tiene nada que perder.

Los presidentes del Mercosur acordaron el viernes desconocer cualquier acto que emane del Gobierno interino en Honduras, incluyendo la celebración de elecciones, agudizando su presión para que Zelaya sea reinstaurado en el poder.