Actualizado 01/07/2009 03:34

Zelaya prepara regreso a Honduras tras apoyo de ONU

Por Enrique Andrés Pretel y Anahí Rama

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, se preparaba para regresar el jueves a su país, después de recibir el apoyo Naciones Unidas y de que los mandatarios de Ecuador y Argentina aceptaran acompañarlo pese a una orden de arresto en su contra.

Zelaya dijo que quiere volver a Honduras "como presidente legítimo" mientras el Gobierno interino encabezado por el ex jefe del Congreso, Roberto Micheletti, amenaza con arrestarlo bajo cargos de abuso de poder, entre otros.

El depuesto mandatario, un empresario agrícola liberal que en el último año cambió su discurso y se acercó al presidente izquierdista de Venezuela Hugo Chávez, dijo que no intentaba perpetuarse en el poder cuando la semana pasada buscó realizar una consulta popular para abrir paso a la reelección presidencial, lo que desató un golpe militar en su contra.

"Todos los países sin excepción, de América, han tenido la dignidad muy fuerte en alto sobre este atroz acontecimiento", dijo Zelaya en un discurso ante la asamblea de la ONU.

"El mundo está agarrando conciencia fuerte de que no podemos utilizar la violencia para resolver problemas que se pueden resolver pacíficamente", agregó el presidente del país centroamericano, donde hasta inicios de la década de 1980 se sucedieron golpes militares respaldados por Estados Unidos.

La asamblea general de la ONU aprobó una resolución para que sus 192 miembros no reconozcan a otro gobierno en Honduras que no sea el del derrocado mandatario.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, se comprometieron a acompañar a Zelaya en su regreso al país, donde el martes Micheletti organizó una multitudinaria concentración en su contra.

Una alta fuente del Gobierno de Argentina, país que sufrió cruentos golpes militares durante su historia, dijo que la gestión es necesaria para evitar sentar precedentes de acciones como la ocurrida contra Zelaya.

"Si esto se acepta sería retornar a la posibilidad de golpes", dijo la fuente, que pidió el anonimato.

Por su parte, Chávez dijo que habría que evaluar una intervención militar de la ONU en caso de Zelaya fuera agredido a su regreso.

"La comunidad ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) estará atenta en las próximas horas, porque un escenario de agresión contra la delegación que va a Honduras abriría otro tipo de puerta. Entonces, habría que plantear, por ejemplo, la intervención militar de Naciones Unidas", dijo Chávez, según un comunicado de la presidencia.

Zelaya podría entrevistarse con el mandatario estadounidense, Barack Obama, esta semana en Washington, dijo el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs. Obama dijo que no fue legal el derrocamiento de Zelaya y que sólo lo reconoce a él como mandatario de Honduras.

En una plaza pública de Tegucigalpa, el Gobierno interino convocó a una manifestación que reunió a unas 3,000 personas que portaban carteles de repudio a Zelaya y Chávez y durante la cual Micheletti reiteró que entregará el poder en enero al vencedor de las elecciones generales de noviembre.

El ex presidente del Congreso dijo que enviará el miércoles a Washington una misión de diputados y empresarios para a explicar lo ocurrido en Honduras.

"No nos ha gustado todo lo que ha pasado, pero no nos dio alternativa. Yo creo que 80 por ciento o la mayoría de la población está satisfecho con lo que pasó", dijo en la protesta Adela Guevara, empleada de un hotel.

POLEMICA POR REELECCION

La crisis política estalló el jueves pasado, cuando Zelaya destituyó al jefe de las fuerzas armadas por negarse a trasladar las urnas para una consulta popular que el mandatario quería realizar con el fin de abrir el camino a su reelección a través de un referendo en las elecciones de noviembre.

"No a los dictadores electorales Chávez, Evo, Ortega, Zelaya", decía un cartel en la protesta contra Zelaya, a quien muchos le reclaman querer perpetuarse en el poder para emular a Chávez. El cartel hacía referencia también a los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega.

El Gobierno interino decidió extender hasta el viernes el toque de queda en todo el país, que comenzó el domingo.

Cerca de la casa presidencial, donde el lunes manifestantes se enfrentaron a la policía que les respondió con gases lacrimógenos, cientos de simpatizantes de Zelaya se concentraron por unas horas y luego se dispersaron.

"Aquí está el pueblo verdadero de Honduras. Vamos a salir a la calle cada día hasta que el presidente Zelaya sea restituido en el poder", dijo Anabel Mejía, una desempleada de 37 años.

En medio de la creciente presión internacional contra el gobierno interino, el Banco Mundial decidió interrumpir los préstamos en estudio para Honduras, vitales para la nación de 7 millones de habitantes, la más pobre de América después de Haití y Nicaragua.

La agencia Standard & Poor's colocó el martes la deuda de Honduras en "B+" con perspectiva negativa para reflejar el impacto económico perjudicial, al crecer la incertidumbre política tras el golpe militar.

Hasta ahora, ningún gobierno ni institución internacional ha reconocido a Micheletti, designado el domingo por el Congreso con el apoyo unánime de los diputados, incluyendo el Partido Liberal de Zelaya.

El bloque de países izquierdistas ALBA liderado por Chávez retiró el lunes a sus embajadores en Honduras y las naciones centroamericanas cerraron el comercio terrestre en señal de protesta por el golpe.