Actualizado 06/07/2009 03:26

Zelaya viaja a Honduras, reprimen protestas

Por Gustavo Palencia y Enrique Andrés Pretel

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - Las fuerzas de seguridad de Honduras reprimieron el domingo a simpatizantes del derrocado mandatario Manuel Zelaya causando al menos un muerto y varios heridos, mientras el depuesto presidente buscaba aterrizar en el país pese a la negativa del Gobierno interino.

El Gobierno interino se negó a permitir aterrizar a Zelaya, que viaja desde Washington acompañado del presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miguel D'Escoto, y miles de sus simpatizantes eran reprimidos con gases lacrimógenos en los alrededores del aeropuerto.

Al menos una persona había muerto en la refriega, dijo un paramédico, y varias otras habían resultado heridas, según un portavoz de la Cruz Roja.

"En nombre de Dios, detenga esa masacre", dijo Zelaya en un exhorto al jefe militar del país transmitido por la cadena televisiva Telesur mientras el depuesto presidente se acercaba en un avión a Tegucigalpa.

Zelaya fue sacado hace una semana a punta de rifle de la casa presidencial por militares y enviado a Costa Rica. Un coro casi unánime de distintos países del mundo condenó el golpe de estado y exigió al Gobierno interino encabezado por Roberto Micheletti que restituyera al depuesto presidente en el poder.

El depuesto mandatario despegó desde Washington el domingo por la tarde, después de que el sábado una asamblea extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) suspendiera a Honduras como castigo por la destitución del mandatario, que irritó a empresarios y políticos cuando su discurso dio un giro a la izquierda y se alió al presidente venezolano, Hugo Chávez.

La gota que rebalsó el vaso fue su intento de hacer la semana pasada un referendo que no estaba permitido por las leyes para despejar el camino a una reelección presidencial.

Muchos manifestantes, vestidos con camisetas rojas y la cara tapada con pañuelos y palos en sus manos, corrían por los alrededores del aeropuerto mientras se escuchaban disparos.

"Para eso quiero llegar, para evitar esa represión, cuando esté delante de la gente esa represión va a terminar", dijo Zelaya desde el avión. "Estoy dispuesto a ir al frente", acotó.

A la zona llegaban ambulancias que cargaban heridos, mientras en medio de un caos de gritos y sirenas los manifestantes lanzaban piedras contra militares que resguardaban el aeropuerto.

Decenas de soldados estaban apostados en las pistas del aeropuerto, según imágenes de TV.

"Hemos venido aquí para rescatar al presidente legítimo nuestro", dijo Denis Díaz, un agricultor del departamento de Lempira, antes de que comenzara la refriega. "Vamos a tomar el aeropuerto si es necesario porque no vamos a permitir que Micheletti y sus amigos nos roben la democracia", agregó.

Pero, el Gobierno interino dijo que el vuelo de Zelaya devía desviarse a El Salvador, hacia donde también se dirigían en otra aeronave desde Washington los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, de Ecuador, Rafael Correa, y de Paraguay, Fernando Lugo junto con el secretario general de la OEA, José Insulza, para monitorear la situación desde el vecino país.

A pesar de la negativa del Gobierno interno de dejar entrar a Zelaya, contra quien libró órdenes de arresto si pisa suelo hondureño, dijo que comunicó a la OEA su disposición a dialogar sobre la crisis en la que está sumido el empobrecido país centroamericano pero que eso no incluye la vuelta de Zelaya.

Los hondureños se encuentran divididos entre quienes ven a Zelaya como uno de los únicos líderes políticos que ha gobernado a favor de los pobres, y quienes creen que su alianza con Chávez llevaba al país por mal camino.

DENUNCIA CONTRA NICARAGUA

Micheletti denunció que la vecina Nicaragua, aliada de Zelaya y de Chávez, estaba enviando tropas a la frontera para presionar al Gobierno provisional, y advirtió que no crucen la frontera porque estaban dispuestos a defenderse.

"Están hablando de que el Ejército de Nicaragua se está desplazando hacia la frontera con Honduras: eso es totalmente falso", dijo el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, por el canal de TV oficialista.

Las autoridades interinas, que han prometido entregar el poder en enero al ganador de las elecciones de noviembre, mantienen un toque de queda y han silenciado varios medios favorables a Zelaya, pese a que las instituciones y comercios seguían funcionando normalmente durante el día.

La suspensión de Honduras en la OEA, decidida en una asamblea extraordinaria en Washington, implicará sanciones económicas para Honduras y agudizaría los efectos de la crisis mundial en el país exportador de café y textiles, muy dependiente de los préstamos de organismos multilaterales.

El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunciaron que congelarán los préstamos al pequeño país centroamericano, donde más de un 70 por ciento e sus casi ocho millones de habitantes viven en la pobreza, mientras que Chávez anunció que no les enviará más petróleo.

(Con reporte de Gustavo Palencia en Tegucigalpa, Alonso Soto y Jim Wolf en Washington; Editado por Ricardo Figueroa)