Publicado 29/11/2019 14:50

Zimbabue.- Los médicos cesados en Zimbabue consideran insuficiente la oferta del Gobierno para volver al trabajo

MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los doctores cesados por el Gobierno de Zimbabue por comenzar una huelga en septiembre han rechazado la última oferta del Gobierno del país africano para volver a su trabajo, según ha informado este viernes su sindicato en un comunicado recogido por el diario nacional 'The Herald'.

Los huelguistas comenzaron su protesta el 3 de septiembre para denunciar los bajos salarios, que en algunos casos quedaban por debajo de los 100 dólares al mes.

En respuesta a este boicot, el Gobierno zimbabuense adoptó el despido de 448 médicos y medidas disciplinarias contra otros más de 1.000.

El pasado jueves, y en plena "moratoria" para dar una oportunidad a las negociaciones, las autoridades prometieron a todos los cesados su reincorporación inmediata, sin repercusiones en su historial, y con un sueldo estabilizado de 240 dólares mensuales si los doctores desistían.

Sin embargo, la Asociación de Médicos de Hospital de Zimbabue (ZHDA, por sus siglas en inglés) ha lamentado el carácter unilateral de esta oferta, de la que además no han sido informados por los canales apropiados de negociación. Tampoco creen que la oferta "preserve el valor de sus salarios ni garantice los suministros de instrumentos médicos", una carencia manifiesta durante semanas previas a la huelga.

La huelga ha supuesto un durísimo varapalo para un sector, el médico, y para una economía nacional en plena crisis por el repunte de la inflación. Antes del boicot, los hospitales del país ya habían avisado de falta de suministros de medicamentos y otros productos básicos.

Las jornadas de movilizaciones y protestas en el sector sanitario están a punto de cumplir tres meses y pese a que el ministro de Sanidad, Obadiah Moyo, ha anunciado que próximamente el Gobierno sacará más plazas para cubrir los despidos, lo cierto es que muchos médicos han optado por salir del país ante las pobres perspectivas que existen en Zimbabue.

La situación de desconfianza es tal, que el propio vicepresidente de Zimbabue, Constantino Chiwenga, regresó el pasado sábado al país después de pasar cuatro meses en China recibiendo tratamiento médico.

Este jueves, el hospital más grande del país, el de Parirenyatwa, seguía desierto. Solo había enfermeras para cuidar a los pacientes como Sheila Muzanenhamo, residente de Epworth, uno de los barrios más pobres de la capital del país, Harare.

"Llevo aquí desde el amanecer y esperando a que alguien me atienda, pero las enfermeras me dicen que pueden ayudarme. Me han recomendado que vaya a un médico privado, pero quién de aquí tiene dinero para pagarse uno", ha lamentado.